Ciudad de México,
Patricia Manero
Crédito foto: Cortesía Enlight
La transición hacia fuentes de energía renovable está ganando impulso a un ritmo sorprendente, según un reciente informe de la consultora EY. Se proyecta que para 2030, la generación de energía renovable, principalmente eólica y solar, representará el 38% de la combinación energética a nivel mundial, aumentando a un 62% para 2050.
Sin embargo, uno de los desafíos históricos de las energías renovables ha sido su variabilidad en la generación de energía. Esto debido a factores como la falta de viento o radiación solar insuficiente. Este obstáculo está siendo abordado eficazmente por los sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS, por sus siglas en inglés). Estos sistemas, cada vez más utilizados, ofrecen ventajas como bajos requisitos de mantenimiento y una mayor densidad de energía. Estos les permite almacenar más energía en un espacio reducido.
Ricardo Nava, director de instalaciones de la empresa Enlight, especializada en soluciones energéticas limpias, destacó la versatilidad de los BESS para equilibrar la demanda y la generación variable de las fuentes renovables. La capacidad de almacenar energía en momentos de bajo costo y liberarla en momentos de mayor demanda beneficia a los consumidores en términos de ahorro. Asimismo, contribuye a una distribución más eficiente de la energía, según información para NotiPress.
Además, la instalación de estos sistemas no requiere infraestructuras complejas, lo que los hace accesibles incluso en áreas aisladas de la red eléctrica central. Esta accesibilidad es fundamental para garantizar una transición hacia un futuro más sostenible.
Los BESS también se están destacando como soluciones para garantizar la continuidad operativa en industrias que dependen de un suministro eléctrico estable. Datos de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) muestran que las interrupciones en el servicio eléctrico pueden resultar en pérdidas económicas importantes para sectores como la manufactura.
Por otro lado, la capacidad de los BESS para proporcionar energía de respaldo durante fallas en la red eléctrica o microcortes de energía es una ventaja adicional. En este sentido, ayuda a proteger la producción y evitar pérdidas económicas. Su capacidad de almacenamiento prolongado y la integración con fuentes renovables los convierten en una opción atractiva para respaldar operaciones durante períodos extendidos.
Mientras que la tecnología avanza, se espera que los precios de las baterías y los sistemas de almacenamiento de energía sigan disminuyendo, según datos de la plataforma Bloomberg NEF. Esto aumentará aún más su accesibilidad y conveniencia tanto para el mercado de vehículos eléctricos como para el almacenamiento estacionario.
Así, la combinación de energías renovables con sistemas de almacenamiento de energía está desempeñando un papel crucial en la optimización de la eficiencia energética y en la transición hacia un futuro más sostenible. La correcta selección de proveedores y la implementación de estrategias de carga y descarga eficientes son aspectos clave para maximizar los beneficios de estos sistemas y avanzar hacia un mundo más limpio y eficiente energéticamente.