
Foto: Telefónica Chile
Chile aparece como el nuevo punto de inflexión en la competencia por el control del ecosistema digital latinoamericano. La posibilidad de que América Móvil y Entel unan fuerzas para adquirir los activos de Telefónica abre un escenario inédito en el sector: una reconfiguración de poder que podría alterar la infraestructura estratégica del país y redefinir quién marca el ritmo de la conectividad y la digitalización en la región.
América Móvil y Entel suscribieron un acuerdo no vinculante para examinar la posibilidad de presentar una oferta conjunta o individual por los activos de Telefónica en Chile. El documento fue divulgado por América Móvil el 6 de octubre de 2025 mediante su página oficial, aunque al día siguiente ya no se encontraba disponible en el sitio institucional.
La alianza entre ambas compañías introduce una posibilidad de redistribución relevante dentro del sector de telecomunicaciones chileno. Telefónica conserva una presencia destacada en servicios móviles, infraestructura y soluciones corporativas, por lo tanto, una eventual adquisición modificaría la estructura competitiva del mercado y el control de redes estratégicas.
Además, América Móvil informó en su comunicado: "El interés de ambas compañías en explorar conjuntamente una potencial oferta reside en los potenciales beneficios que la transacción podría generar para sus clientes y los consumidores chilenos en general". Además, la empresa agregó que una eventual compra "reforzaría la competitividad del sector telecomunicaciones aumentando la capacidad de seguir invirtiendo y compitiendo en redes de alta velocidad y cobertura, y el uso más eficiente de los activos involucrados, todo ello clave en la digitalización del país".
Por tratarse de un convenio no vinculante, no implica compromiso alguno de adquisición, aunque representa un acercamiento formal entre dos competidores con intereses de expansión en el Cono Sur. América Móvil mantiene operaciones en más de veinte países, con alrededor de 300 millones de líneas móviles, mientras Entel figura entre los principales operadores en Chile y Perú, con una base de clientes cercana a los 20 millones.
Analistas del sector consideran que la eventual compra de los activos de Telefónica podría involucrar infraestructura de valor estratégico, incluidos espectros de frecuencia y centros de datos. Esto generaría un reacomodo en la oferta de servicios de alta velocidad en el país. Durante los últimos años, la competencia en Chile se ha concentrado en ampliar cobertura 5G y optimizar costos operativos, factores que otorgan peso a cualquier movimiento corporativo dentro del rubro.
Hasta el momento, no existe información pública sobre el monto estimado de una posible transacción ni sobre los activos específicos sujetos a evaluación. Telefónica, de origen español, no ha emitido comentarios oficiales respecto al interés manifestado por América Móvil y Entel. La compañía continúa aplicando un proceso de reorganización regional enfocado en eficiencia operativa y reducción de deuda.
Así, la firma del acuerdo permite a ambas partes mantener una posición abierta ante las condiciones del mercado y la regulación local. Cualquier decisión futura requerirá la aprobación de las autoridades chilenas de competencia, además de un análisis detallado de viabilidad económica y técnica.
Dentro del contexto regional, la operación se suma a diversas iniciativas corporativas orientadas a consolidar redes y servicios digitales en medio de una competencia creciente. En caso de concretarse una oferta, Chile podría experimentar uno de los cambios más significativos en su industria de telecomunicaciones durante la última década.
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