Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: Composición por Alan Cortés (NotiPress)
Como consecuencia de las tensiones comerciales impulsadas por el programa arancelario de Donald Trump y las guerras que sacuden el mercado financiero, tanto inversores como gobiernos han reconsiderado al oro como un refugio ante la volatilidad. Su precio refleja la consolidación de este perfil. El metal precioso cotiza el 30 de diciembre en 4.368 dólares por onza en la Bolsa de Nueva York, un valor considerable en comparación a la misma fecha del año pasado cuando valía 2.605,36 dólares. Este salto refleja un aumento de aproximadamente 67% en su valor en los últimos 12 meses.
En este contexto, México se destaca por tener 120 toneladas de oro en sus reservas internacionales, ubicándolo como el tercer país de América Latina con mayor acervo de este metal, detrás de Venezuela (161) y Brasil (145). Esta posición se consolidó tras dos adquisiciones realizadas por el Banco de México entre 2011 y 2012, como parte de una estrategia de diversificación monetaria.
El valor de estas reservas alcanzó los 15 mil 491 millones de dólares al 31 de octubre de 2025, lo que representa un incremento del 53% respecto al cierre del año anterior. Esta variación se explica por el aumento en los precios internacionales del oro, cotizado por encima de los 4 mil 400 dólares por onza hacia finales de diciembre.
En los años anteriores a la adquisición actual, el país mantenía entre 3.1 y 7.1 toneladas. En el primer trimestre de 2011 se concretó la compra de 100 toneladas, seguida por otra operación de 20 toneladas en 2012. Desde entonces, el volumen ha permanecido constante.
De acuerdo con Trading Economics, hasta septiembre de 2025, Brasil acumuló 145 toneladas luego de un aumento de 15.35 toneladas desde el segundo trimestre del mismo año, mientras que Venezuela mantiene 161 toneladas registradas dese 2018, aunque por su hermetismo no se sabe si el metal se encuentra en el país o en algún banco extranjero. Ambos países ocupan los primeros lugares en la región latinoamericana.
Las cifras reflejan la relevancia del oro como activo de resguardo frente a contextos de volatilidad geopolítica, inflación y riesgos financieros. En el caso mexicano, el volumen se ha mantenido sin cambios desde su compra inicial, sin nuevas adquisiciones reportadas oficialmente por el banco central.
Igualmente, dentro del mismo contexto, otros países de América Latina reportan cantidades considerablemente más bajas. Argentina cuenta con 61.74 toneladas, Perú con 34.67 y Bolivia con 22.5. En Centroamérica, Guatemala registra 6.13 toneladas y El Salvador, 1.81.
A escala global, México se encuentra lejos de los principales acaparadores del metal. Estados Unidos lidera con 8 mil 133 toneladas, seguido por Alemania con 3 mil 352, Italia con 2 mil 452 y Francia con 2 mil 436. Otros países como Rusia (2 mil 332), China (2 mil 191), Suiza (1 mil 040), Japón (846) e India (880) también superan ampliamente a México en términos de reservas acumuladas, según cifras compiladas por Inversoro.es de 2024.
Las reservas mexicanas permanecen almacenadas en instalaciones financieras en el exterior, incluyendo Reino Unido y Estados Unidos. Si bien suena riesgoso, esta práctica es común entre los bancos centrales, ya que permite acceso rápido en caso de necesitar liquidez y facilita la gestión internacional de activos bajo estándares de seguridad financiera internacional.