Empresas mexicanas continúan expuestas ante sismos por baja contratación de seguros

A pesar de los sismos del 19 de septiembre de 1985 y 2017, que provocaron severas pérdidas humanas y materiales, la mayoría de las empresas mexicanas sigue sin contar con un seguro que las respalde ante fenómenos naturales. Esta omisión supone un riesgo para la estabilidad operativa y financiera, advirtieron especialistas en gestión de riesgos.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan que únicamente 21% de la industria manufacturera posee cobertura contra sismos. En otros sectores la situación es más crítica: apenas 20% en vivienda, 15% en oficinas públicas y privadas, 11% en entidades gubernamentales e internacionales, y 7% en comercio minorista.

En 2017, tras los movimientos telúricos que afectaron a diversas entidades del país, las aseguradoras destinaron más de 32 mil millones de pesos en indemnizaciones a empresas afectadas, según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). Esta cifra da cuenta de los elevados costos que representa enfrentar un desastre sin respaldo financiero.

Eikos, consultoría especializada en seguros y administración de riesgos, explicó que un seguro empresarial permite proteger activos como instalaciones, maquinaria, inventarios, mobiliario, y también contempla la responsabilidad civil por daños a terceros. Además, contempla la compensación por interrupción de actividades, lo que facilita cubrir gastos fijos, incluidos nómina y renta.

En zonas de alto riesgo, las pólizas incluyen coberturas específicas frente a huracanes, inundaciones y terremotos. Estas resultan fundamentales en entidades como Ciudad de México, Oaxaca, Guerrero, Puebla y Baja California, donde el riesgo sísmico es elevado.

Entre los aspectos críticos que un seguro empresarial cubre destacan la continuidad operativa, la responsabilidad legal frente a terceros, y la protección financiera ante interrupciones. Sin este respaldo, una empresa afectada por daños estructurales puede tardar meses en reabrir, comprometiendo su permanencia en el mercado.

Alicia Martínez Delgado, subdirectora de Autos, Daños y Fianzas en Eikos, afirmó en un comunicado con acceso para NotiPress: "En Eikos buscamos generar conciencia de que un seguro empresarial es parte de la cultura de prevención. No se trata únicamente de proteger edificios o maquinaria, sino de garantizar que, después de un sismo, la compañía pueda seguir operando, pagar salarios y mantener la confianza de clientes, trabajadores y proveedores. En un país altamente expuesto, la prevención es la única estrategia responsable".

Cifras del Banco Mundial indican que las pérdidas económicas globales derivadas de catástrofes naturales superan los 520 mil millones de dólares anuales. En este contexto, las empresas mexicanas no están exentas de enfrentar consecuencias severas si no implementan medidas preventivas.

Según Eikos, el seguro representa la protección material, pero además, es una herramienta de estabilidad que puede significar la diferencia entre la recuperación y el cierre definitivo de una empresa tras un desastre.