Eventos sin cobertura enfrentan consecuencias legales y financieras severas

 08-04-2025
Judith Moreno
   
Portada | Negocios
Foto: Gustavo Torres (NotiPress)

Foto: Gustavo Torres (NotiPress)

Los eventos masivos, deportivos, culturales o corporativos convocan a millones de personas cada año en México. Este tipo de encuentros no solo demandan una logística compleja, sino también la previsión de riesgos que pueden surgir en cualquier momento. Para conocer los principales requisitos, NotiPress estuvo con la consultora Eikos para hablar acerca de la necesidad de contar con un Seguro de Responsabilidad Civil para garantizar la seguridad de asistentes, empleados y proveedores.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 49% de los mexicanos mayores de 18 años asiste a espectáculos en vivo. Esta cifra refleja una participación social significativa, lo cual exige a las empresas organizadoras implementar mecanismos que salvaguarden tanto al público como su propia operación.

Protegerse ante reclamaciones por daños a terceros se vuelve indispensable, especialmente cuando el incidente puede derivar en consecuencias legales o pérdidas económicas millonarias. Infraestructura defectuosa, fallas en instalaciones temporales, intoxicaciones alimentarias o accidentes durante el montaje y desmontaje representan algunos de los escenarios cubiertos por este tipo de pólizas.

Alicia Martínez, subdirectora de Daños, Autos y Fianzas en Eikos, advirtió que "los imprevistos pueden suceder en cualquier momento, y un solo incidente puede representar millones en pérdidas o incluso la cancelación de futuras ediciones de un evento". Esta declaración refuerza la importancia de tomar decisiones preventivas antes de iniciar cualquier operación de gran escala.

Las coberturas incluidas en los seguros especializados para eventos contemplan desde incidentes con estructuras temporales hasta gastos de defensa legal. Esta amplitud de protección no solo evita litigios prolongados, también otorga confianza a patrocinadores y autoridades, quienes muchas veces exigen contar con este respaldo antes de autorizar un evento.

También la reputación corporativa se encuentra en juego. Una falla menor sin atención oportuna puede viralizarse en redes sociales, afectando la imagen pública de empresas organizadoras. Invertir en seguros se convierte así en una estrategia para preservar la continuidad operativa y la confianza del público.

Algunos requisitos de sedes, gobiernos locales y marcas patrocinadoras frecuentemente incluyen la presentación de pólizas activas. Este respaldo demuestra responsabilidad y preparación por parte del organizador, elementos valorados por todos los actores involucrados en el ecosistema de eventos.

Por ende, evaluar todos los posibles escenarios adversos, desde accidentes hasta reclamaciones laborales, permite diseñar una cobertura a la medida. Consultoras especializadas, como Eikos, ofrecen orientación para seleccionar la póliza más adecuada según el tipo de evento y su magnitud.




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