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En un entorno laboral donde la evolución constante es imprescindible, el Instituto de Liderazgo en Formación Continua (ILFC) se posiciona como un actor clave en la transformación del aprendizaje profesional. A través de un enfoque innovador, busca cerrar la brecha entre la necesidad de actualización de los colaboradores y la inversión en capacitación por parte de las empresas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), solo una de cada cuatro pequeñas y medianas empresas (PyMEs) en México capacita a su personal. Aunque en las grandes empresas el porcentaje aumenta a seis de cada diez, la rotación laboral sigue siendo un problema persistente. Paradójicamente, un estudio de Aberdeen Group señala que el 80% de los colaboradores decide permanecer o abandonar una empresa en sus primeros seis meses de trabajo. Cuando existe un programa de formación sólido, el 69% de los empleados permanece en la organización por más de tres años.
Estos datos reflejan una realidad ineludible: la falta de capacitación no solo afecta el crecimiento profesional de los empleados, sino que impacta directamente en la competitividad de las empresas. Frente a esta problemática, el ILFC se consolidó como un aliado estratégico para organizaciones que buscan fortalecer su talento y mejorar su desempeño.
La capacitación como diferenciador competitivo
La Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo destaca que la formación continua es fundamental para la mejora del desempeño laboral y la adaptabilidad en un mercado en constante evolución. Sin embargo, muchas empresas aún no priorizan esta inversión, lo que puede derivar en baja motivación, fuga de talento y reducción en la competitividad.
"Desarrollar el talento humano no es opcional; es una estrategia clave para asegurar la sostenibilidad y el crecimiento empresarial", comentó a NotiPress Yirah Palacios, gerente comercial del ILFC. La especialista señala que no capacitar a los equipos genera costos elevados, disminuye la productividad y aumenta los riesgos financieros. Por el contrario, la formación constante incrementa la satisfacción laboral, optimiza el desempeño y fortalece la estabilidad organizacional.
Además, el aprendizaje continuo no solo es un beneficio para los colaboradores, sino que también impacta en la reputación y la rentabilidad de la empresa. Un equipo altamente capacitado es más eficiente, innovador y adaptable a los cambios del mercado.
ILFC: un enfoque integral en formación profesional
Conscientes de los desafíos que enfrentan las empresas, el ILFC desarrolló una oferta de capacitación flexible y personalizada. Su modelo se basa en tres pilares esenciales:
- Consultorías personalizadas, diseñadas según las necesidades de cada organización.
- Plataformas digitales, que incluyen contenido exclusivo como videos, grabaciones y recursos descargables.
- Flexibilidad horaria, con programas ajustables a los tiempos y objetivos de los participantes.
Adicionalmente, el ILFC ofrece seminarios web gratuitos y asesorías individuales para identificar áreas clave de mejora. Sus programas abarcan múltiples áreas de especialización, como auditoría y control, administración y gestión de riesgos, gobierno corporativo, tecnologías de la información, y contabilidad y finanzas.
"Nuestra visión es clara: queremos ser el puente entre las empresas y el éxito a largo plazo, ayudándolas a capitalizar su recurso más valioso: las personas", enfatiza Palacios, destacando el compromiso del ILFC con la innovación y la excelencia en la capacitación profesional.
El panorama laboral actual exige a las empresas replantear su enfoque en la formación de talento. En este contexto, el ILFC se posiciona como un socio estratégico, ofreciendo soluciones efectivas que permiten a los colaboradores alcanzar su máximo potencial y a las organizaciones fortalecer su competitividad en el mercado.
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