Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Un estudio reciente publicado en Nature Communications advierte que los planes actuales para alcanzar una red eléctrica de cero emisiones en 2050 subestiman significativamente las inversiones necesarias. Según los investigadores, el cambio climático, al afectar los recursos hídricos, podría reducir la generación de energía hidroeléctrica hasta un 23%, mientras que la demanda eléctrica aumentaría un 2%. Estas tendencias combinadas requerirían inversiones adicionales de hasta 150 mil millones de dólares.
Dicho informe, elaborado por científicos de Estados Unidos y Canadá, incluyendo expertos de la Universidad de California en San Diego, detalla que el oeste del país necesitará generar 139 gigavatios de capacidad energética y 13 gigavatios de capacidad de transmisión adicionales entre 2030 y 2050. "Nuestros resultados sugieren que si Occidente ignora los impactos del cambio climático, la red no tendrá recursos suficientes para cumplir con los objetivos de descarbonización", afirmaron los investigadores.
El cambio climático alterará patrones clave de disponibilidad de agua. Mientras el noroeste del Pacífico podría experimentar un aumento en las precipitaciones, el suroeste continuará enfrentando sequías severas, reduciendo el caudal de cuencas como la del río Colorado. Actualmente, la energía hidroeléctrica aporta el 20% de la generación eléctrica promedio en Occidente, pero esta proporción se reducirá drásticamente debido al impacto climático.
Para suplir estos déficits, la energía solar y eólica desempeñarán roles críticos, dependiendo del escenario climático. En escenarios menos severos, la energía eólica cubriría gran parte de la brecha, mientras que en escenarios más graves, la solar, junto con baterías de almacenamiento y energía geotérmica, sería indispensable.
La demanda eléctrica también se incrementará por el mayor uso de sistemas de refrigeración en estados como California, Nevada y Arizona. Este efecto será más intenso durante los meses de verano, cuando la capacidad hidroeléctrica sea más limitada. Adicionalmente, en regiones como el Valle Central de California, el bombeo de agua para la agricultura intensificará el consumo energético. En contraste, el noroeste del Pacífico podría experimentar una compensación parcial gracias a la menor demanda de calefacción durante los inviernos.
Además, el estudio enfatiza que las barreras políticas para expandir la transmisión eléctrica serán un desafío importante. "Debemos comprender y superar las importantes barreras políticas a la expansión de la transmisión en Occidente, que pueden dificultar la consecución de adiciones de capacidad en la práctica", señalaron los autores.
Entre las recomendaciones del equipo de investigación se incluye explorar cómo flexibilizar la demanda eléctrica, además de evaluar el papel de la electrificación masiva en edificios y sistemas de transporte para sinergizar con la transición energética. También destacaron la necesidad de comprender mejor los impactos de sequías prolongadas en los sistemas de agua y electricidad.