Ciudad de México,
Fernanda Martínez
Crédito foto: Josue Díaz (NotiPress/Composición)
En 2021, México registró 4.4 millones de reclamaciones a instituciones bancarias debido al robo de identidad. De esa manera, el país se coloca en el octavo lugar con más delitos a nivel global, según datos del Banco de México.
Se rechazan una de cada cinco transacciones digitales por posible fraude en América Latina, según STP. La verificación de la identidad se convirtió en el principal desafío para aumentar las ventas digitales de manera segura. Particularmente, en México existe un mercado negro donde se pueden comprar datos de forma asequible, aumentando este delito.
Datos de Trully señalan que las instituciones financieras pueden experimentar desde 4.5 hasta 10 por ciento de solicitudes fraudulentas. Su tecnología promete disminuir el robo de identidad un 95% al usar inteligencia artificial (IA) y machine learning.
Las herramientas eficientes complementan los procesos tradicionales de Conoce a tu cliente. Fernando Paulin, CEO y fundador de la compañía, señala que su tecnología contrarresta el ataque serial y sistemático del cual es víctima el sistema financiero mexicano.
Jaime Márquez Poo, director de nuevos negocios de Sistema de Transferencias y Pagos (STP), recomendó tener la tecnología necesaria para detectar un posible fraude por suplantación de identidad. Las fintechs, emisoras de tarjetas de crédito, microfinancieras, prestamistas, financieras y aseguradoras, son las entidades más vulnerables a este delito.
Paulin explicó a NotiPress que el núcleo de esta tecnología se basa en tres componentes esenciales: IA, inteligencia colectiva y big data. La plataforma funciona como un buró de biometrías, logrando asociar a un cliente con ciertas organizaciones dedicadas al fraude.
Comprar una identificación oficial falsa en México es fácil y barato, pues se pueden encontrar en redes sociales con un costo inicial de 10 pesos. De esa manera, se promueve el fraude al solicitar préstamos o algún tipo de crédito a las entidades financieras. La situación pone en evidencia cómo cotejar un rostro con una identificación no es garantía infalible de autenticidad.
De esa manera, la IA se usa para disociar las imágenes de su estado original, preservar la anonimidad y proteger los datos de titulares. La plataforma también utiliza motores avanzados de IA para detectar usuarios fraudulentos con base en su comportamiento. Si se detecta una anomalía, se genera una alerta inmediata, previniendo la acción de suplantadores seriales.
Márquez finalizó destacando la importancia contar con un proveedor con la tecnología necesaria para implementar sistemas avanzados de prevención de fraudes u gestión de riesgo crediticio.