Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Fabricantes chinos de motocicletas y autopartes consideran a México como una plataforma estratégica para integrarse a las cadenas de valor de Norteamérica, impulsados por el fenómeno de relocalización industrial y el marco del T-MEC. Esta combinación de factores abre oportunidades concretas de ensamble local, transferencia tecnológica e integración con proveedores nacionales en la coyuntura de aranceles impuesta por Estados Unidos.
La inversión extranjera directa (IED) en el sector de autopartes creció 21.5% en 2024, alcanzando 2,467 millones de dólares. Este incremento puso los reflectores en el impacto del nearshoring, la ventaja de la proximidad geográfica con Estados Unidos y la posición de México como proveedor clave dentro del bloque comercial norteamericano. La estrategia ubica a México como el segundo mercado global de motocicletas chinas. Esto pone en relieve al mercado de motocicletas en México.
Una pregunta obligada es ¿Por qué están llegando fabricantes chinos al país? Las empresas asiáticas con experiencia en electromovilidad y componentes eléctricos identifican una creciente demanda de refacciones, baterías y sistemas electrónicos en el segmento mexicano de motocicletas eléctricas. Los consumidores locales priorizan eficiencia por kilómetro, mantenimiento reducido y acceso a tecnología accesible, factores que las compañías chinas supieron capitalizar.
Infraestructura flexible
El ecosistema industrial mexicano ofrece infraestructura madura y flexible, con capacidad instalada para recibir operaciones especializadas en motocicletas eléctricas, scooters y microvehículos urbanos. Esta base permite escalar producción de manera eficiente y alinearse con los requerimientos del mercado estadounidense.
Estados Unidos y Canadá importan más autopartes de México que de Japón, Alemania y España combinados, lo que posiciona al país como un eslabón esencial en la cadena de suministro automotriz regional. Esta integración facilita la inclusión de nuevos actores asiáticos sin comprometer los flujos existentes.
Por su parte, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) proporciona un marco regulatorio orientado al ensamble de productos en territorio mexicano con beneficios arancelarios y de acceso preferencial. Esto habilita a los fabricantes chinos a optimizar su logística sin trasladar la totalidad de la producción desde sus plantas en Asia. La competencia en el sector local por los vehículos de dos ruedas también la disputan empresas como BRP, en este caso, con motos eléctricas fabricadas en Querétaro.
En ese contexto, Michelle Sagrero, gerente de comunicación de la Industria Nacional de Autopartes (INA), explicó en una conferencia de prensa con acceso para NotiPress, que México "ofrece un mercado joven, grande y en expansión", además de "alta demanda de refacciones, electrónica, baterías y componentes eléctricos". Sus declaraciones tuvieron lugar durante el China International Electric Vehicles Motorcycles and Parts Expo celebrado en México.
Michelle Sagrero en conferencia de prensa
Para la gerente de comunicación, "los consumidores buscan eficiencia por kilómetro, tecnología y bajo mantenimiento", lo cual representa una ventaja competitiva para fabricantes chinos enfocados en electromovilidad ligera.
Programas como el Desarrollo de Proveedores (PDP) promovido por la INA permiten que firmas mexicanas cumplan con estándares internacionales como IATF e ISO, facilitando alianzas productivas con proveedores asiáticos y fortaleciendo la cadena de suministro regional.
Según las estadísticas del gigante asiático, la balanza comercial entre China y México fue de 110 mil millones de dólares en 2024. El foro del 20 de noviembre de 2025 en el World Trade Center sirvió como espacio para promover proyectos de colaboración técnica y comercial entre ambos países. La estrategia compartida apunta al desarrollo conjunto de soluciones para una movilidad más limpia, eficiente y conectada.
Michelle Sagrero fue enfática al afirmar, "esta colaboración empresarial, tecnológica y comercial será decisiva para impulsar ese futuro", en referencia al potencial de integración entre fabricantes chinos y la industria nacional de motopartes.
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