
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El nearshoring se consolidó como un motor clave del crecimiento económico en México, impulsado por su cercanía con Estados Unidos y su posición estratégica en el comercio internacional. En 2025, este fenómeno seguirá siendo un pilar de desarrollo, especialmente en sectores como el automotriz, electrónico y manufacturero. Sin embargo, el país enfrenta retos estructurales que podrían limitar el impacto positivo de esta tendencia, según el Atlas de Riesgo País de Solunion, basado en el análisis de Allianz Trade.
"El 17% del PIB mundial se encuentra en economías que han mejorado su calificación de riesgo país. América Latina lideró esta tendencia con 13 mejoras, seguida de Europa emergente (10) y Asia-Pacífico (9). En contraste, las rebajas se concentraron en Medio Oriente, afectando a Bahréin, Israel y Kuwait, debido a persistentes tensiones en la cadena de suministro y precios del crudo por debajo del equilibrio fiscal", señaló a NotiPress Luca Moneta, economista sénior para mercados emergentes en Allianz Trade.
En este sentido, Allianz Trade cataloga el riesgo país de México como medio, con una calificación de BB2. Esto significa que las empresas enfrentan un riesgo medio en el país.
México fue uno de los principales beneficiarios de la relocalización de cadenas de suministro, especialmente en el contexto de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. En este sentido, el "Plan México" fue una estrategia clave para fortalecer la participación de la industria nacional en la producción de bienes exportados a Norteamérica. Este plan busca incrementar en un 15% el contenido nacional en las exportaciones automotrices y electrónicas para 2030, fortaleciendo la competitividad de México en la región.
Además, la estabilidad del comercio con Estados Unidos fue un factor determinante en la resiliencia económica mexicana. A pesar de una desaceleración en el crecimiento del PIB en 2024 (aproximadamente 1,5%), el nearshoring y la demanda interna –impulsada por las remesas, que representaron el 3,4% del PIB– brindaron estabilidad al mercado.
Retos estructurales: inversión, energía y desaceleración industrial
A pesar de los beneficios del nearshoring, México enfrenta desafíos que podrían afectar su capacidad para atraer más inversiones. Entre ellos, destacan:
- Infraestructura y energía: El crecimiento de la inversión extranjera directa requiere una expansión en la capacidad energética y logística. Sin embargo, los cuellos de botella en estos sectores han sido una preocupación recurrente para las empresas que buscan relocalizarse en el país.
- Desaceleración de la demanda estadounidense: A medida que el crecimiento de la economía de Estados Unidos se modera, el impacto en las exportaciones mexicanas podría ser significativo, afectando la expansión industrial.
- Incertidumbre comercial y el T-MEC: La renegociación del T-MEC en 2026 genera incertidumbre para las empresas que dependen del comercio con Estados Unidos. Un cambio en las condiciones del acuerdo podría afectar las inversiones en sectores estratégicos como el automotriz y el electrónico.
Perspectivas a mediano plazo
Para el crecimieno económico de México en 2025, el nearshoring seguirá desempeñando un papel fundamental. No obstante, para aprovechar plenamente sus beneficios, el país deberá abordar sus desafíos estructurales, garantizar la estabilidad del comercio con Estados Unidos y fomentar políticas que incentiven la inversión en infraestructura y energía.
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