Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
El antiguo economista jefe del Departamento de Comercio de Estados Unidos, Aaron Chatterji, fue contratado por OpenAI para ser el primer economista en jefe de la empresa de inteligencia artificial. Además, la compañía dirigida de Sam Altman dio a conocer el nombramiento de Scott Schools, exfiscal general adjunto del Departamento de Justicia, como director de cumplimiento legal y ético.
Como la compañía considera que la IA puede transformar la economía de manera radical, la contratación de Chatterji permitiría "comprender mejor estos impactos, ayudar a las personas a aprovechar el potencial [de la IA] y crear un futuro más próspero". El economista se encargará de investigar cómo la tecnología de nueva generación influye en el crecimiento económico y el mercado laboral.
Aaron Chatterji es profesor distinguido de negocios y políticas públicas en la Universidad de Duke. Su carrera se destaca por haber coordinado el programa "Ley CHIPS" encomendado por el presidente Joe Biden. Además, fue subdirector interino del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca y economista en jefe del Departamento de Comercio de Estados Unidos.
Durante la gestión de Barack Obama, ocupó el cargo de economista senior en el Consejo Presidencial de Asesores Económicos. Por otro lado, también publicó dos libros y más de 30 artículos en las principales revistas de gestión estratégica, economía, finanzas y estudios organizacionales.
Según sus palabras, su carrera se centró en el estudio de "cómo la innovación y el espíritu emprendedor dan forma a nuestra economía y sociedad". En esta nueva oportunidad aseguró sentirse entusiasmado por poder contribuir a la investigación en torno a la transición hacia una economía impulsada por la IA.
Por otra parte, OpenAI también anunció el reclutamiento del exfiscal general adjunto del Departamento de Justicia y antiguo líder de ética de Uber, Scott Schools, quien ejercerá el cargo de director de cumplimiento legal y ético. Su función será trabajar con la junta directiva para aplicar "los más altos estándares de conducta legal y ética" en todos los procesos operativos.
Estos nuevos reclutamientos tienen lugar en medio de las sospechas sobre la intención de Sam Altman de convertir OpenAI en una entidad con fines de lucro. Anteriormente, la compañía atrajo una ronda de financiamiento por 6,600 millones de dólares y su valoración privada se elevó a 157,000 millones.
Aun así, el capital está sujeto a la reestructuración del modelo empresarial de OpenAI lo cual hace que las subvenciones puedan ser retiradas si la firma no adopta un modelo totalmente comercial. Aunque, si bien la adopción de un perfil lucrativo generaría más ingresos, la adopción de este enfoque también aumentaría el escrutinio sobre su presunta posición dominante
Varios reguladores expresaron su preocupación sobre la posible formación de un monopolio de IA. Por tal motivo, autoridades de Estados Unidos, la Unión Europea y Reino Unido se anticiparon al hecho publicando una declaración conjunta en la cual se comprometían a "protegerse contra tácticas que socaven la competencia justa o conduzcan a prácticas engañosas en el ecosistema de inteligencia artificial". Así como también el Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos iniciaron una indagatoria para determinar si las principales empresas desarrolladoras de IA ostentan un liderazgo anticompetitivo.