Ciudad de México,
Martín Olivera
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La práctica conocida como spam parásito ganó relevancia en el debate sobre la calidad de los resultados de navegación en internet. Este término se refiere a la publicación de contenido de terceros en un sitio con el objetivo de aprovechar su reputación y mejorar artificialmente las clasificaciones en los motores de búsqueda. Estas tácticas, según las políticas de Google, generan una experiencia de exploración negativa al ofrecer resultados irrelevantes o de baja calidad para los usuarios.
En una actualización reciente de su política de abuso de reputación, Google explicó: "El abuso de la reputación de un sitio es la práctica de publicación de páginas de terceros en un sitio con la intención de manipular las clasificaciones de búsqueda aprovechando los indicadores de clasificación del sitio host". Esta política, que entró en vigencia este 2024, busca garantizar un entorno justo para todos los sitios y priorizar resultados basados en contenido original y relevante.
Los medios de comunicación enfrentaron cambios significativos debido a la implementación de estas políticas. Por ejemplo, Forbes decidió suspender la contratación de freelancers para su sección de reseñas de productos, Forbes Vetted, con el fin de adaptarse a las nuevas normativas. Según un reporte de The Verge, esta medida responde al objetivo de evitar que secciones externas de los sitios se beneficien injustamente de la autoridad del dominio principal, lo cual podría afectar la clasificación en los resultados de navegación.
Además, Google señaló que evalúa múltiples factores para identificar si un sitio incurre en prácticas de spam parásito. Esto incluye analizar secciones secundarias las cuales actúan como entidades separadas dentro del sitio principal, pero beneficiando sus señales de clasificación. Un editor de Forbes indicó que, debido a estos cambios, algunos artículos podrían ser reescritos o revisados por personal interno para cumplir con los estándares solicitados.
En su blog oficial, Google destacó: "ninguna cantidad de participación propia altera la naturaleza fundamental de terceros del contenido o la naturaleza injusta y explotadora de intentar aprovechar los indicadores de clasificación de los sitios del host". Este endurecimiento en las políticas obligó a los medios a replantear sus estrategias de contenido y SEO, especialmente quienes dependen de ingresos generados por tráfico web.
Los sitios que incumplen estas normativas pueden enfrentar acciones manuales de penalización, notificadas a través de Google Search Console. No obstante, la compañía aclara que no todo contenido de terceros es considerado spam parásito. Siempre se realizan evaluaciones detalladas para determinar si se incurre en abuso de reputación.