Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: Gustavo Torres (NotiPress/Composición)
En un giro inusual en la transmisión de conocimiento, el "mentoring inverso" emerge como una herramienta clave en las organizaciones modernas, donde jóvenes profesionales enseñan a sus colegas de mayor experiencia, especialmente en áreas de tecnología y tendencias digitales. Esta práctica revierte la estructura tradicional de mentoría y gana fuerza en un momento de cambios generacionales significativos en el mercado laboral.
Ivonne López, Brand & Communications de Pandapé, destaca en información para NotiPress el impacto de esta dinámica para las empresas. Según López, "La generación Z, que pronto superará en número a los boomers en el ámbito laboral, trae consigo nuevas perspectivas y habilidades digitales que son esenciales para el futuro empresarial. Así que para facilitar esta transición generacional y potenciar la colaboración, surge el mentoring inverso." Este cambio en la forma de compartir conocimientos se vuelve crucial a medida que los jóvenes, con su dominio innato de las herramientas digitales, redefinen los enfoques de liderazgo y cultura organizacional.
El mentoring inverso no solo conecta a los equipos de trabajo, sino que se convierte en un catalizador de transformación digital y en una estrategia para fortalecer la competitividad en un mercado dinámico. A través de la mentoría joven, los líderes senior logran comprender mejor las tendencias actuales y las expectativas de la nueva generación, lo cual resulta en una toma de decisiones más informada y adaptada al entorno cambiante.
Implementar esta práctica tiene beneficios que van más allá del intercambio de habilidades. Las empresas que integran el mentoring inverso aumentan la retención de talento joven, ya que este percibe que sus ideas y conocimientos son valorados. Además, el diálogo entre generaciones fomenta un entorno de innovación: los jóvenes aportan una visión fresca y soluciones creativas, mientras tanto los ejecutivos con mayor experiencia aportan la visión estratégica, logrando un balance óptimo.
López destaca que las empresas deben facilitar un ambiente de confianza para que ambas partes se sientan cómodas al compartir conocimientos. Crear objetivos claros y tiempos específicos para las reuniones puede hacer que estas relaciones sean fructíferas y productivas. La incorporación de plataformas digitales también resulta fundamental, ya que permiten organizar y documentar los avances de los programas de mentoría, estableciendo metas definidas y promoviendo una cultura corporativa más flexible.
De esta forma, el mentoring inverso es, en definitiva, una estrategia de valor para las organizaciones que buscan mantenerse actuales. Mediante esta tendencia la experiencia y la innovación se complementan para construir un liderazgo colaborativo y preparado para el futuro.