Ciudad de México,
Patricia Manero
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Con la entrada de la pandemia de Covid-19 a México, muchas empresas y negocios se vieron afectados al tener que parar sus operaciones. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 87 por ciento de las empresas mexicanas sufrieron afectaciones económicas por la pandemia. Asimismo, 40 por ciento de estas empresas señaló la necesidad de aplazar sus créditos, y una de cada tres solicitó nuevos créditos empresariales. Ante este panorama de incertidumbre es necesario que los emprendedores sepan qué tipo de créditos empresariales existen y cuál conviene más para el giro de su negocio.
En este sentido, cuando se piensa en solicitar un crédito empresarial, lo primero que se necesita saber es que ningún crédito es igual a otro, puntualizó para NotiPress César Gargari Hinojosa, socio fundador de Credit Brokers. Según el directivo de la empresa de servicios financieros, cada crédito tiene características específicas, las cuales se deben adecuar a las necesidades de la empresa.
Además de considerar la tasa anual promedio de cada producto financiero, así como los intereses que podría generar el crédito, es importante considerar en qué etapa se encuentra el emprendimiento solicitante. Tener esto claro, dice Gargari, servirá para definir las necesidades específicas y, a partir de ahí, elegir el tipo de crédito que mejor conviene al negocio. Saber cuál es el estado actual del negocio permitirá al emprendedor evaluar su situación y decidir su capacidad futura de pago, preguntándose cuáles son las necesidades financieras del emprendimiento.
Uno de los tipos de crédito más común en el mercado es el revolvente, será emitido normalmente por una entidad financiera privada. Con dicho crédito, el negocio podrá disponer de cierta cantidad de dinero, que se tendrá que pagar en un plazo de, por ejemplo, 90 días. Al día 91, explica Gargari, podrá volver a contar con esa cantidad, "este tipo de crédito funciona mucho para empresas comercializadoras o empresas de servicio". El crédito revolvente no tiene un objetivo específico y las entidades que lo emiten tienen especialistas en evaluación de créditos, inversiones y la liquidez requerida. Ante este tipo de crédito empresarial es necesario valorar el estado actual de la empresa o negocio en función de obtener un plazo de tiempo de otorgamiento, así como el monto de línea específico.
El crédito simple, por su parte, es una forma de financiamiento, generalmente a 36 meses, con una única disposición. Se realizan pagos de forma periódica, amortizando capital y pagando intereses de forma mensual conforme a una tasa. "Estos créditos empresariales pueden servir para capital de trabajo permanente, así como sistemas de inversión o proyectos", señala el experto.
Asimismo, parecido al crédito revolvente, el factoraje ha tomado relevancia en materia de financiamiento para capital de trabajo. Este tipo de crédito empresarial permite a las empresas vender las facturas que no han cobrado, o cuentas por cobrar, a una institución financiera, conocida comúnmente como factor.
De igual forma, existe otro tipo de crédito empresarial que ayudará a las empresas a adquirir activos como maquinaria o equipo de trabajo, que es el arrendamiento. El arrendamiento funciona cuando la entidad financiera o arrendadora compra el activo para rentarla, generando un efecto fiscal positivo, según Gargari. "La arrendadora podrá rentarle el activo al negocio por determinado tiempo, por ejemplo, 36 meses. Si una máquina cuesta un millón de pesos, el banco la compra y la renta al negocio, y durante la vida útil del arrendamiento, el negocio acabará pagando un poco más de millón, por ejemplo, un millón 400", señala el fundador de Credit Brokers a la agencia. "Después de terminado el periodo de arrendamiento, el negocio podrá comprar el activo a un costo significativo, normalmente un porcentaje de 1 o 2 por ciento".
Gargari señala, el capital de riesgo es el tipo de financiamiento financiero más conveniente para las pequeñas y medianas empresas (pymes). Este modelo, basado en fondos, consiste en financiar startups y negocios en fase de crecimiento con un elevado potencial y riesgo. "Sí es un crédito, pero la mayoría de las veces se trata de capital que se convertirá en acción", explica. En este sentido, los fondos de capital de riesgo sacan provecho de este tipo de operaciones al convertirse en dueños de acciones de las compañías donde invierten. "Normalmente se escogen empresas que disponen de nuevas tecnologías o modelos de negocio innovadores", señala el directivo. De manera similar, los ángeles inversionistas pueden ayudar a emprendedores y startups a financiar sus proyectos; son personas dispuestas a invertir dinero en proyectos que ya están funcionando con un desarrollo potencial.
Actualmente, hay varios tipos de créditos empresariales que podrían ayudar a un emprendedor a financiar su negocio. No obstante, es necesario analizar cuál es la situación actual de la empresa para saber escoger a consciencia cuál es el tipo de crédito empresarial que conviene para el negocio en ese momento.