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La saturación en destinos turísticos mexicanos como Chichén Itzá, Teotihuacán y Cancún plantea la necesidad de adoptar soluciones digitales que garanticen seguridad y mejoren la experiencia del visitante. Durante la temporada alta, largas filas, aglomeraciones y riesgos de seguridad se convierten en problemas estructurales que ya no pueden resolverse únicamente con más personal en los accesos.
El precedente del Monte Taishan en China, que recibe más de 50 mil visitantes diarios, demuestra que la combinación de inteligencia artificial (IA) e Internet de las Cosas (IoT) —tecnología conocida como AIoT— puede transformar la gestión turística. Este sistema integra accesos digitales sin contacto, mapas de calor en tiempo real y cámaras térmicas para prevenir incendios, logrando operaciones más seguras y eficientes.
En México, los desafíos son evidentes. Sitios arqueológicos y playas con alta afluencia enfrentan largas esperas que afectan la experiencia de los turistas y aumentan la vulnerabilidad en situaciones de emergencia. En palabras para NotiPress, Miguel Arrañaga, director regional de ventas en Hikvision México, indicó que "la gestión de destinos turísticos debe adaptarse con tecnologías inteligentes que permitan operaciones más flexibles y eficientes, mejorando la experiencia del visitante y optimizando recursos".
Los sistemas No-Queue Contactless Passage, que ya funcionan en China, permiten accesos sin filas a través de boletos digitales, códigos QR o biometría, mientras que el monitoreo inteligente de multitudes identifica zonas críticas para redirigir visitantes antes de que se generen congestiones. En áreas naturales, cámaras térmicas inteligentes diferencian cambios ambientales de riesgos reales, reduciendo falsas alarmas y acelerando la respuesta frente a incendios.
La experiencia de Monte Taishan muestra que estas tecnologías pueden aplicarse como estrategia de innovación y en contextos variados, desde reservas forestales hasta zonas arqueológicas y balnearios. En este sitio, más de 95 estaciones térmicas cubren el 85% de sus 500 mil acres de bosque, operando de manera continua para detectar riesgos. Además, herramientas digitales como transmisiones en time-lapse HD permiten extender la experiencia turística a quienes no pueden visitar físicamente el lugar.
La digitalización del turismo, que incluye accesos ágiles, información en tiempo real y servicios personalizados, se ha convertido en una demanda global. El reto para México es evaluar si está listo para incorporar soluciones similares que, además de reducir saturación y mejorar seguridad, eleven los estándares de satisfacción de millones de visitantes anuales.
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