Foto: Cortesía Mezcla Brava
Por medio de una alianza colaborativa entre Mezcla Brava y la Universidad Iberoamericana (UIA) se realizarán las primeras construcciones en tercera dimensión con mezclas de cemento y tierra. Estudiantes de las carreras de arquitectura e ingeniería electrónica crearan algunos objetos 3D. Entre los elementos que se pueden crear por medio de las impresoras 3D son prótesis, platos personalizados, maquillaje, juguetes, esculturas o tumores en 3D, de acuerdo con la constructora Sacyr. Pero también es una herramienta útil para construir casas en menos de 24 horas.
En países como Francia, se crearon inmuebles hechos totalmente en tercera dimensión, por ejemplo, el proyecto YHNOVA de la Universidad de Nantes realizó una casa bajo tales condiciones en 2018. Asimismo, en China la empresa WinSun edificó una de las primeras construcciones de seis pisos en una villa de mil 100 metros cuadrados en cinco días.
Actualmente, México se encuentra atrasado en la impresión de tercera dimensión y antes de construir casas, primero se deben realizar objetos pequeños. Así lo especificó Ramón Comellas, gerente comercial de Mezcla Brava, quien comentó a NotiPress que por medio de la alianza buscan innovar en los procesos constructivos. Para esto, la empresa de origen poblano diseñó un mortero y equipos de mezclado especiales para la construcción de objetos por parte de los alumnos de la UIA.
Igualmente, la profesora del taller de Diseño y Producción Digital, Dinorah Martínez, explicó que el uso de las herramientas del sector de construcción son parte de una tesis hecha por 16 alumnos. Asimismo, compartió que están divididos en tres grupos: diseño, materiales y fabricación, donde estos últimos son los encargados de la construcción en tercera dimensión. Su finalidad es realizar una intervención artística por medio de tótems en el espacio cultural La Laguna en la Ciudad de México a mediados de 2022.
Según José Luis Rangel Oropeza, profesor de asignatura de la UIA, la impresión en tercera dimensión será posible para realizar construcciones. Ello se llevaría a cabo por medio de un brazo robótico, el cual desviará la deposición capa por capa de concreto y tierra. Dicho brazo robótico puede cargar hasta 200 kilogramos y será el que mueva el estrusor, es decir, empujará el filamento hasta la boquilla, de acuerdo con ServiTec3D, para armar los tótems. Igualmente, señaló que los estudiantes no utilizaran planos porque solamente el modelo tridimensional de la computadora y el robot tendrán comunicación.
Ambos académicos coincidieron en que después del proyecto, les gustaría continuar colaborando con la compañía poblana. De acuerdo con Rangel, en un futuro próximo se podrían crear construcciones más complejas en tercera dimensión, tales como viviendas y diferentes inmuebles. Asimismo, el profesor aseguró que por medio de estas alianzas académicas y comerciales, se impulsa la investigación desde la esfera académica.
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