Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Los costos de insumos científicos utilizados en laboratorios de investigación en Estados Unidos registraron un incremento como consecuencia de nuevos aranceles impuestos por la administración de Donald Trump. Esta situación ocurre en un contexto marcado por restricciones presupuestarias en universidades e instituciones científicas.
Desde el inicio de la segunda presidencia de Trump en enero, se implementaron gravámenes del 10% al 54% sobre productos importados de países como China, Japón, Alemania, Suiza, Reino Unido, México y Canadá. Estos aranceles afectan directamente a equipos esenciales como microscopios, cristalería, reactivos, chips electrónicos e incubadoras.
"Hoy ya estamos cotizando un 20% más que ayer", afirmó Drew Kevorkian, director ejecutivo de ARES Scientific, empresa con sede en Miami que distribuye equipos a numerosos laboratorios y universidades en el país. Añadió además: "Creo que casi todo el mundo va a ver algún tipo de aumento de precio".
La primera fase de estas medidas entró en vigor el 5 de abril, con incrementos adicionales previstos para el 9 de abril. Según Tinglong Dai, investigador en la Universidad Johns Hopkins, los nuevos aranceles implican "cambios sistémicos en la estructura de costos de la ciencia, y se implementan en un momento en que las instituciones de investigación ya se encuentran bajo una grave presión financiera".
Dai señaló también que Estados Unidos importa cada año miles de millones de dólares en equipos de laboratorio y reactivos. Entre los principales proveedores se encuentran China, Alemania, Japón, Suiza, Reino Unido, México y Canadá. Según indicó, "estos no son artículos de lujo, son la infraestructura fundamental de la ciencia moderna".
Al anunciar los aranceles el 2 de abril, el presidente Trump declaró que permitirán enfrentar una "emergencia nacional" y fortalecerán una base manufacturera debilitada. El anuncio generó reacciones inmediatas en los mercados, con caída de acciones y advertencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre riesgos para la economía global.
Las restricciones también introducen incertidumbre sobre la planificación financiera de los laboratorios. "¿Presupuestamos el precio o el precio con el arancel?", preguntó Mikhail Kats, físico de la Universidad de Wisconsin en Madison, en relación con los fondos ya asignados por subvenciones.
Aunque ARES Scientific produce el 60% de sus productos en Estados Unidos, Kevorkian explicó que muchos de ellos dependen de componentes importados. Tinglong Dai ejemplificó: "Un secuenciador de ADN construido en California podría seguir dependiendo de componentes ópticos alemanes y semiconductores chinos".
Modificar a proveedores estadounidenses no garantiza necesariamente una reducción de costos. "Aunque parezca increíble, algunos productos que compramos en el extranjero, incluso con aranceles, siguen siendo más baratos que comprarlos en Estados Unidos", aseguró Kevorkian.
Canan Gunes Corlu, investigadora de cadenas de suministro en el Metropolitan College de la Universidad de Boston, advirtió que sustituir proveedores requiere tiempo y verificación. "No es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana", afirmó. También señaló que la pandemia de COVID-19 pudo haber aumentado la conciencia sobre vulnerabilidades en las cadenas de suministro. "Creo que las empresas están más preparadas para este tipo de interrupciones en sus cadenas de suministro gracias al COVID", sostuvo.
Algunos equipos especializados, como los microscopios ópticos de alta gama, no se fabrican en Estados Unidos, según Dai, lo que hace inevitable la exposición a los nuevos aranceles. También alertó sobre posibles medidas de represalia de otros países: "Realmente estamos apenas al comienzo de lo que podría convertirse en un período de caos inducido por los aranceles".