
Foto: X @realDonaldTrump
En los primeros 30 días de su segundo mandato, el presidente Donald Trump impulsó cambios radicales en la política científica de Estados Unidos. Esto generó preocupación entre investigadores y comunidades académicas, según un informe publicado por Nature. Las medidas incluyen recortes de fondos federales, despidos masivos y la eliminación de programas clave, acciones que, según expertos consultados por la revista, podrían tener consecuencias duraderas en el panorama científico nacional.
Desde el 20 de enero, día de su investidura, Trump firmó decenas de órdenes ejecutivas que modifican la gestión gubernamental en ciencia y tecnología. Algunas decisiones eran esperadas, como la retirada del Acuerdo de París y la salida de la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, otras medidas sorprendieron a la comunidad científica, como la eliminación de datos relacionados con género en agencias biomédicas y la prohibición de programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI).
El 27 de enero, la oficina de presupuesto de la administración Trump congeló todas las subvenciones y préstamos federales con el objetivo de revisar los gastos gubernamentales, señala el informe. Instituciones clave como los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) suspendieron pagos de subvenciones y cancelaron paneles de revisión, lo que generó incertidumbre y confusión en la comunidad científica. Aunque un juez federal bloqueó temporalmente la medida, las interrupciones persisten. Un científico universitario, citado por Nature bajo condición de anonimato, describió la situación como "completamente caótica" y agregó: "Hay mucho miedo de perder financiamiento por cualquier error".
La administración también implementó despidos masivos. En colaboración con el empresario Elon Musk, la Casa Blanca lanzó un plan para reducir el tamaño del gobierno, según el informe. El 30 de enero se ofreció a los empleados federales la opción de abandonar sus puestos con salario garantizado hasta septiembre, lo que resultó en la renuncia de 75.000 trabajadores. Posteriormente, comenzaron los despidos de empleados en periodo de prueba, afectando especialmente a investigadores en etapas iniciales de sus carreras. "Se llevaron a algunas de las personas más brillantes", afirmó un investigador del NIH, quien perdió miembros clave de su equipo.
Por otro lado, el impacto financiero también alcanzó a universidades y hospitales. El 7 de febrero, los NIH anunciaron una política que reduciría los costos generales de las subvenciones de investigación del 40% al 15%, afectando fondos destinados a infraestructura y administración. La medida fue suspendida temporalmente debido a demandas legales que cuestionan su legalidad, señala Nature.
Algunas de estas políticas coincide con propuestas del Proyecto 2025, elaborado por la Heritage Foundation, que sugiere recortar fondos para la investigación climática y privatizar servicios meteorológicos. Aunque Trump desautorizó oficialmente el plan durante su campaña, varios de sus autores ahora ocupan cargos en su administración, según destaca el informe.
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