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Un nuevo estudio publicado en la revista Nature Communications señala la posibilidad de utilizar bacterias para extraer materiales útiles de las piedras de la Luna y de Marte. Ello con el objetivo de allanar el camino para nuevas tecnologías que ayuden a la exploración y el establecimiento humanos en estos lugares. Según el estudio, el uso de bacterias en esta minería espacial podría mejorar la extracción de tierras raras del basalto en paisajes lunares y marcianos hasta en un 400%.
Para realizar el estudio publicado el 10 de noviembre de 2020, los investigadores enviaron a la Estación Espacial Internacional (EEI) 18 dispositivos mineros del tamaño de una caja de fósforos. Los también llamados reactores biomineros fueron lanzados a bordo de un cohete SpaceX desde Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos, en julio de 2019. Posteriormente, pequeñas piezas de basalto –una roca común en la Luna y en Marte– se colocaron dentro de cada dispositivo y se sumergieron en una solución bacteriana durante tres semanas. Se descubrió que bajo estas condiciones, aunado a la gravedad espacial, la extracción de tierras raras del basalto aumentaba su eficiencia.
Tierras raras es el nombre común de 17 elementos químicos que no es común encontrarlos en su forma pura en la Tierra. Estos son utilizados en la industria electrónica y la producción de aleaciones. La extracción de estos elementos en el espacio para llevarlos a la Tierra no es viable económicamente, señalan los investigadores. No obstante, la biominería espacial, como la de este estudio, podría potencialmente dar sustento a la presencia humana autosuficiente en el espacio.
Aunado a lo anterior, el estudio señala la posibilidad de construir minas robóticas y controladas por humanos en la región de la Luna conocida como Oceanus Procellarum, donde existen rocas con concentraciones altas de tierras raras.
Recientemente la utilización de recursos in situ (ISRU, por sus siglas en inglés) se ha convertido en una opción investigada con el fin de permitir la exploración humana del espacio. En noviembre 2020, la Agencia espacial europea (ESA) otorgó un contrato a una firma británica para desarrollar una tecnología de extracción de oxígeno de piedras y polvo lunar. Este proceso a desarrollar también permite la obtención de una aleación de metal mixta, como subproducto, que podría destinarse a la fabricación de herramientas y otros objetos en la Luna. Similarmente, se ha propuesto la fabricación de refugios en Marte con quitina, un polímero orgánico que podría extraerse del suelo marciano.
Estas dos tecnologías, de la mano de esta propuesta para llevar a cabo minería en la Luna con la ayuda de bacterias, podrían facilitar el establecimiento de asentamientos humanos en el satélite natural de la Tierra y en Marte. Estos están basados en la utilización de recursos disponibles para los astronautas en el sitio, ante la expectativa de nuevas misiones humanas en las próximas décadas.
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