Foto: Possessed Photography en Unsplash
Una prótesis que comenzó como un proyecto de posgrado premiado en la Royal College of Arte de Londres (UCL), Inglaterra, ahora se ha convertido en un tema de coyuntura. Ello debido a que el uso de un tercer pulgar robótico puede afectar la representación de la mano en el cerebro.
El grupo de investigadores de la University College en Londres entrenó a las personas para usar un pulgar extra robótico y descubrió que podían llevar a cabo tareas dextrosas de manera efectiva. Los científicos informaron en la revista Science Robotics (donde se publicó el artículo) que los participantes entrenados para usar el pulgar cada vez más lo sentían como parte de su cuerpo.
Los voluntarios para el prototipo fueron capaces de usar el pulgar robótico adicional durante 5 días, incluyendo el uso diario basado en el laboratorio. El entrenamiento mejoró el control del motor del prototipo robótico llamado Tercer Pulgar, la destreza y la coordinación mano-robot. Incluso, cuando se aumentó la carga cognitiva o cuando la visión fue obstruida, resultando en un aumento de aspectos clave de la representación de las manos y el control del motor.
Dani Clode, diseñador del Tercer Pulgar, explicó que un prototipo así puede representar un valor agregado al cuerpo humano, en lugar de significar un reemplazo o restauración de una funcionalidad humana normal. "Este concepto transhumanista también tiene la intención de despejar dudas a los científicos con respecto al cerebro humano", puntualizó.
Sin embargo, los investigadores no están tan seguros de los argumentos del Clode, ya que algunos de los participantes presentaron cambios sutiles pero significativos en la representación de la mano en el cerebro. Para encontrar este importante hallazgo, los científicos escanearon previamente la corteza sensoriomotora del cerebro de los 36 participantes.
Después, seleccionaron al azar algunos participantes para ser escaneados de nuevo, y los cambios en el área de la mano de su cerebro habían disminuido. Ello sugiere que los cambios podrían no ser a largo plazo y el patrón de actividad cerebral correspondiente a cada dedo individual se volvió más similar.
Aunado a ello, el Tercer Pulgar debilitó las sinergias cinemáticas naturales de la mano biológica, además la decodificación cerebral reveló un colapso leve de la representación motora de la mano aumentada después del entrenamiento. Estos resultados demuestran que el aumento motor se puede lograr fácilmente, con potencial de uso flexible, reducción de la dependencia cognitiva y mayor sensación de realización.
No obstante, el aumento puede incurrir en cambios en la representación biológica de la mano; tales consecuencias neurocognitivas son cruciales para la implementación exitosa de futuras tecnologías de prótesis. Hasta el momento, el equipo de trabajo de la University College en Londres espera extender las habilidades humanas y comprender la relación única entre una persona-prótesis.
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