Foto: Florian Olivo en Unsplash
Con la digitalización de los negocios, las empresas recopilan cada vez más datos de sus clientes desde fuentes externas e internas sin necesidad de un equipo especializad. Si bien, procesados estos, pueden proporcionar información de inmenso valor para la toma de decisiones, hay riesgos acarreados a la recopilación de datos no estructurados, o dark data.
De acuerdo con la consultora IDC, 90 por ciento de los macrodatos de las empresas son dark data, activos de información que no se utilizan para fines de inteligencia. Principalmente, el problema reside en la variedad y crecimiento exponencial de la información, lo que les da una naturaleza intrínsecamente caótica y no estructurada. Muchos datos se generan fuera de una base tradicional e incluyen formatos como documentos, fotos, videos, hasta información de sensores.
Esta dificultad hace que muchas empresas no examinen ni extraigan valor de ninguno de la darj data no estructurada. También se da el caso, no ideal, en donde simplemente no saben que existen o dónde residen exactamente. Esto representa un riesgo desde lo legal, pues las normas de protección de datos pueden acarrear penas muy estrictas.
Tan solo en México, el mal uso, sea por negligencia o dolo, de la información puede conllevar multas de hasta 27 millones 800 mil pesos. Ello, según los artículos 63 y 64 de la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares, publicada en 2010 y consultada por NotiPress. Algunas de estas infracciones, generalmente con motivo de fraude, son deliberadas, pero se puede vulnerar la seguridad o privacidad de los mismos sin darse cuenta. En el primer semestre de 2021, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) recibió 820 denuncias por uso indebido de datos en el sector privado.
El primer paso más importante es asegurarse de que se tiene una visibilidad y comprensión de todas las fuentes de datos de la empresa, así como su necesidad y relevancia. Se debe cuidar especialmente aquellos que constituyen información personal identificable y, por lo tanto, sujetos a sanción.
No obstante, se puede avanzar más allá y darle un valor competitivo a los dark data, no solamente defenderse de posibles denuncias. Actualmente, son cada vez más las empresas "impulsadas por los datos", es decir, que identifican, analizan y actúan estos para la toma de decisiones.
Para ello, es importante alinear los objetivos de la empresa con las fuentes de datos de las que se dispone, además de dar sentido a estos y prepararlos para el análisis. Esto puede requerir inversión en distintos grados, sea en una plataforma de software self-service, una consultoría externa o un departamento de analítica propio.
Aprovechar los datos empresariales también requiere rapidez, pues se corre el riesgo de llegar tarde para capitalizar las oportunidades que ofrece el análisis puntual. Por ello también es importante trabajar en la generación herramientas estandarizadas para automatizar la preparación de estos, de forma que se destine más tiempo al análisis.
De acuerdo con la compañía Quest Software, la toma de decisiones por datos es una de las cinco principales prioridades del 57% de las organizaciones. Por otra parte, también conforme a IDC, en 2020 las organizaciones invirtieron más de 15 millones en tecnología y arquitectura de sistemas. En este sentido, los dark data no solo son un posible riesgo para la empresa, sino un gran recurso para apuntalar el crecimiento en tiempos de digitalización.
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