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Astrónomos de Estados Unidos y Canadá han descubierto ráfagas de radio con cargas magnéticas masivas y presencia de rayos gamma dentro de nuestra galaxia. Estas provienen de una estrella de neutrones observada por primera vez en 2007, lo que podría explicar el origen de ciertas señales de radio detectadas y estudiadas desde aquel año.
Se estima que estas señales de radio, también denominadas ráfagas rápidas de radio (FRB, por sus siglas en inglés) en el campo de la radioastronomía, son provocadas en nuestra galaxia por una estrella de neutrones catalogada como magnetar. Estas se caracterizan por su actividad magnética masiva tras de haber colapsado sobre su propio campo magnético, según las investigaciones publicadas por un grupo de astrónomos en la revista Nature.
Las FRB fueron catalogadas en 2007 por el físico Duncan Lorimer y su estudiante David Narkevic. Desde entonces, han sido objeto de estudios por astrónomos en todo el mundo debido a la falta de evidencia definitiva que pueda explicar su origen e implicaciones con respecto a la interacción entre objetos celestes, indicó Christopher Bochenek, científico a cargo del equipo en el observatorio STARE2, Estados Unidos.
A través del descubrimiento colectivo de ráfagas de radio, localizadas en la misma región astronómica y con frecuencias intermitentes detectadas por el observatorio STARE2 y el telescopio CHIME desde el 28 de abril de 2020, el grupo de astrónomos responsables del estudio publicado por Nature reportaron la presencia de una ráfaga FRB en nuestra galaxia, misma que recibió el nombre de FRB 200428.
La peculiaridad de la ráfaga detectada por los telescopios de CHIME y STARE2 es un destello de radiación con magnitudes sin precedentes, mismo que podría ser detectado hasta por dispositivos 4G en teléfonos móviles. El origen de esta radiación coincide con una fuente importante de rayos X y gamma que conduce directamente a una estrella de neutrones localizada a 30 mil años luz de la tierra.
Con base en el magnetismo masivo y la localización de los fenómenos astronómicos, los equipos de CHIME y STATE2 afirmaron que el origen de las ráfagas FRB podría estar en la interacción suscitada entre las estrellas de neutrones y otros factores astronómicos. Asimismo, debido a la brevedad de las ráfagas de radio y destellos, indicaron que otros 30 magnetars descubiertos serán observados de manera exhaustiva.
Gracias a los descubrimientos colectivos en el campo de las señales de radio espaciales, la cooperación entre países de todo el mundo y sus respectivos observatorios se ha vuelto indispensable para comprender la importancia y repercusiones de los fenómenos astronómicos, así como avanzar en el campo de la radiación gamma, informó Bing Zhang, investigador del telescopio FAST en China.
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