Ciudad de México,
Jorge Cerino
Crédito foto: Gustavo Torres (NotiPress)
A Israel se le reconocen sus estrategias exitosas para el manejo del agua, responsables de transformar un país amenazado por su escasez a uno con un suministro suficiente de agua. Esto ha desatado varias conversaciones sobre la posibilidad de adaptar sus medidas y tecnologías en otros países donde amenaza la sequía, el estrés hídrico y el cambio climático.
Entre las estrategias exitosas de Israel se encuentra una combinación de reformas institucionales y regulatorias con inversiones masivas en infraestructura, menciona The conversation. También la reutilización a gran escala de aguas residuales y la desalinización del agua de mar, junto a una regulación y señalización de precios efectiva.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), esto le ha permitido al país reducir gradualmente la sobreexplotación de los recursos de agua dulce y volverse más resiliente al clima. Al centro de este proceso se encuentra el Plan Maestro Nacional a Largo Plazo para el Sector del Agua hasta 2050, donde se definen la visión, las metas y los objetivos de Israel en cuanto al tema.
Respecto al manejo reglamentario y legal de este líquido en Israel, la Asociación Estadounidense de Obras Hidráulicas (AWWA, en inglés) resalta las principales diferencias, con respecto a otros lugares como Estados Unidos. Estas incluyen una supervisión regulatoria centralizada versus descentralizada y el enfoque de considerar el agua como un recurso público, no susceptible de ser propiedad de ningún individuo privado.
Ante el cambio climático, Israel enfrenta la posibilidad de un incremento de 4.4 grados Celsius en su temperatura para fines de siglo, asegura la OCDE. Asimismo, la precipitación anual podría reducirse un 25%, causando que el 60% de los días del año sean días calurosos.
Si bien actualmente la mayoría de la población israelí cuenta con un suministro de agua mediante una conexión directa al sistema nacional hidráulico, esto podría cambiar con el incremento poblacional y las condiciones del cambio climático. Según un estudio publicado en la revista Nature npj Clear Water, satisfacer esta demanda podría requerir la construcción de 30 nuevas unidades de desalinización. Esto, a su vez, detonaría un incremento de la demanda eléctrica de 11 TWh al año.
Frente a este escenario, no solo posible para Israel sino para muchos países, las prácticas de conservación son esenciales, junto a un sólido programa de agua no facturada. Según la AWWA, estas medidas permiten tener un sistema hídrico sostenible para el futuro, particularmente en entornos con escasez de agua.