Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Durante 2026, los sistemas de inteligencia artificial enfrentarán uno de los periodos más exigentes desde su adopción masiva. SAS, firma especializada en análisis y gestión de datos, advirtió que las iniciativas de IA deberán justificar su permanencia mediante resultados cuantificables. En su pronóstico anual, compartido con NotiPress, la compañía definió este momento como un "ajuste de cuentas" para una industria que creció sin límites financieros claros durante los últimos años.
El vicepresidente regional de SAS para México, Caribe y Centroamérica, Héctor Cobbo, indicó que el camino para preservar la viabilidad tecnológica incluye responsabilidad operativa, principios sólidos de gestión de datos y fiabilidad en cada aplicación. "Solo integrando sólidos principios de gestión de datos y una IA confiable, esta tecnología podrá evolucionar y alcanzar todo su potencial", declaró.
Una de las previsiones principales destaca el fin de la tolerancia presupuestaria hacia soluciones sin efecto comprobable en procesos de negocio. "Miles de millones desperdiciados en soluciones superficiales de ChatGPT y proyectos sin futuro" impulsarán a los responsables financieros a detener inversiones sin retorno, afirmó Manisha Khanna, gerente senior de producto en SAS.
Este viraje también contempla transformaciones organizativas en las empresas tecnológicas. Jay Upchurch, director de información de SAS, expuso que los directivos de tecnología asumirán el rol de integradores de ecosistemas donde agentes autónomos y humanos colaboran dentro de nuevas arquitecturas. Esa transición incorporará nuevas funciones, como la del Director de Agentes (Chief Agent Officer), mencionada por Iain Brown, líder de ciencia de datos para Europa del Norte, quien estimó que empresas Fortune 500 permitirán a sistemas agénticos resolver hasta una cuarta parte de las interacciones complejas con clientes.
Además, la presión no será solamente interna. Jared Peterson, vicepresidente senior de ingeniería en plataformas, señaló que las instalaciones de cómputo ya no podrán sostener sus costos debido a las expectativas no cumplidas. "Las grandes inversiones en la construcción de centros de datos se volverán inviables conforme los costos se acumulen", precisó.
Bryan Harris, director de tecnología en SAS, introdujo una disyuntiva relevante: los líderes empresariales deberán decidir si la IA funcionará para aumentar capacidades humanas o únicamente para reducir personal. Frente a esa situación, SAS enfatizó la necesidad de invertir en talento que se complemente con algoritmos en lugar de sustituirlo.
Igualmente, en materia de gobernanza, Reggie Townsend, vicepresidente del área de ética de datos, anticipó que las empresas tomarán la iniciativa mediante mecanismos internos para regular sus sistemas. En su visión, avanzar en innovación requerirá acompañamiento normativo, incluso sin marcos legales uniformes por parte de los gobiernos.
Finalmente, Stu Bradley, vicepresidente del área de inteligencia en fraudes, cerró el análisis advirtiendo que "la exigencia de un ROI consistente y una supervisión transparente cerrará proyectos vanidosos y recompensará la disciplina". El contenido completo, que incluye observaciones adicionales para sectores como salud, seguros, servicios financieros y gobierno.