Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
Crédito foto: Sergio Cara (NotiPress)
Actualmente, la inteligencia artificial (IA) es una de las herramientas de la tecnología con mayor crecimiento a nivel mundial. Cifras de la compañía Juniper Research proyectan que para 2023 habrá más de 275 millones de asistentes inteligentes, es decir, habrá un incremento del mil por ciento en comparación a 2018.
Esta situación también se ve proyectada en los niños, quienes están comenzando a interactuar con la tecnología y se ha vuelto parte de su estilo de vida. Ello debido a que en los hogares se ha podido evolucionar a la era digital, por tanto, repercute en los menores que se acercan a los dispositivos inteligentes desde otras perspectivas.
Bajo ese contexto, la firma Frog, dedicada al diseño e innovación estratégica se encargó de analizar la interacción de los niños y cómo distinguen el uso que le dan las personas adultas a la tecnología. En contraste a las generaciones anteriores, los niños de hoy han crecido a la par de las nuevas tecnologías las cuales ahora son parte del entorno de un hogar común.
Por ejemplo, una investigación de Data Child Futures en 2019 reportó, el 40% de los juguetes que tenían los niños participantes estaban conectados a Internet. Principalmente, eran juguetes con la capacidad de acceder a servicios de IA, desde pequeños asistentes, hasta la posibilidad de interactuar de forma natural con los menores de edad.
En ese sentido, la inteligencia artificial para contar cuentos fue un recurso también encontrados en los principales asistentes del mercado (Alexa, Google Assistant y Siri). Los juguetes tenían la capacidad de leer cuentos clásicos, originales, mitos, leyendas y adaptar las historias dependiendo del rango de edad de los niños ambientando la historia con sonidos, imágenes y videos.
Los primeros juguetes con sistemas obsoletos de comunicación eran capaces de interactuar con los niños a través de discos de vinilo o casettes donde contaban cuentos mientras seguían la historia en un libro. Hoy en día, el sistema de inteligencia artificial puede desarrollar un modelo de aprendizaje para encontrar el cuento correcto para adaptándose a los gustos y edad de cada menor.
Si bien, la inteligencia artificial ha sido clave para el desarrollo de nuevos juguetes, también tiene un papel importante en las habilidades educativas. La IA contribuye a la formación educativa de cada niño ayudando a estimular su curiosidad crear narrativas inmersivas y mejorar su experiencia de aprendizaje.
Un claro ejemplo de ello es Yibu, un videojuego que incluye sensores los cuales detectan los datos ambientales (luz, sonido, temperatura) permitiendo una experiencia educativa inmersiva. Los desarrolladores de Frog compartieron que este juego promueve la interacción con el entorno y no solo con una pantalla además, la IA permite utilizar un juego de forma positiva para reforzar sus conocimientos.
Otro de los beneficios de la inteligencia artificial es su aplicación terapéutica para los niños con algún trastorno del espectro autista. La firma Frog ha investigado de forma puntual la manera en que los niños con autismo se muestran cómodos al interactuar con las computadoras y asistentes de voz.
Ante ello, en Frog se ha utilizando la IA bajo una metodología detallada con el fin de mejorar sus habilidades de interacción y conversación dentro de escuelas y distintos programas educativos. No obstante, la firma indicó que aún es necesario realizar más investigaciones y desarrollar experiencias enfocadas en este público meta.
Para los especialistas en Frog, la inteligencia artificial es una oportunidad de ayudar a despertar la curiosidad y creatividad de los niños. Con esta herramienta, los menores pueden mejorar sus habilidades y desarrollar grandes ideas en áreas de la ciencia, diseño y incluso animación y proyectos multimedia.