Investigadores advierten sobre el impacto ambiental y social de la IA generativa

 13-01-2025
Martín Olivera
   
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)

Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)

Un informe realizado por investigadores de la Universidad Northwestern, la Universidad Harvard y la Universidad de Texas en San Antonio, publicado en la revista Environmental Science and Ecotechnology, advierte sobre los impactos ambientales y sociales significativos, pero a menudo pasados por alto, de la Inteligencia Artificial Generativa (GenAI). El estudio destaca la necesidad urgente de implementar prácticas sostenibles y marcos de gobernanza ética para mitigar los efectos negativos asociados con el desarrollo y el uso de estas tecnologías avanzadas.

El informe señala que el despliegue de la GenAI requiere una infraestructura tecnológica altamente intensiva en recursos, incluyendo centros de datos y unidades de procesamiento gráfico (GPU). Estos componentes esenciales dependen de materiales raros como el cobalto y el tantalio, cuya extracción tiene graves repercusiones ambientales. Según el documento, la minería de estos metales contribuye a la deforestación, la contaminación de fuentes de agua y la degradación de suelos en las zonas donde se realiza. Asimismo, se alerta sobre el alto consumo energético de los centros de datos, que se estima podría representar más del 8% de la electricidad total de Estados Unidos para 2030, incrementando la presión sobre las redes eléctricas y la huella de carbono del país.

El costo ambiental no es el único aspecto preocupante. Desde el punto de vista social, el estudio resalta las desigualdades generadas en torno a la GenAI, tanto en la producción como en el acceso a estas tecnologías. Los investigadores subrayan las difíciles condiciones laborales en las minas de cobalto, donde a menudo se emplea trabajo infantil, y las precarias situaciones de los trabajadores encargados de entrenar los modelos de IA, quienes, en muchos casos, reciben salarios bajos y carecen de protección laboral adecuada. Además, se advierte que el acceso desigual a la GenAI contribuye a profundizar la brecha digital global, beneficiando principalmente a los países desarrollados y a las comunidades angloparlantes, mientras deja rezagadas a las regiones más vulnerables y con menores recursos.

Ante estos desafíos, los autores del estudio proponen una serie de acciones para reducir el impacto de la GenAI. Entre las medidas recomendadas se encuentran el desarrollo de hardware más sostenible y eficiente, el diseño de modelos de IA con un consumo energético reducido, la mejora de las condiciones laborales en las industrias relacionadas y la adopción de marcos regulatorios que fomenten la inclusión y la transparencia. Asimismo, sugieren que las empresas tecnológicas presenten informes obligatorios sobre la huella ambiental y social de sus actividades.

El autor principal del informe, Mohammad Hosseini, destacó la relevancia de los hallazgos, afirmando: "Este estudio arroja luz sobre los costos ocultos de la GenAI y exige una acción colectiva para abordarlos". Los investigadores esperan que las conclusiones sirvan como guía para promover un desarrollo responsable y equitativo de la inteligencia artificial, reduciendo su impacto negativo en el medioambiente y las comunidades más vulnerables.

El informe también insta a los responsables políticos a trabajar en conjunto con los desarrolladores y las empresas tecnológicas para establecer normativas claras que garanticen un enfoque ético y sostenible en el avance de estas herramientas digitales. La creación de políticas inclusivas y la promoción de condiciones laborales dignas son, según los autores, esenciales para un futuro tecnológico que no deje atrás a las poblaciones más desfavorecidas.




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