Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Las jornadas de sana distancia establecidas durante la cuarentena por Covid-19 han provocado una acelerada digitalización de servicios, nuevas aplicaciones, y migración al entorno online, en tanto los usuarios optan por usar sus dispositivos electrónicos y pasar más tiempo en las aplicaciones móviles, incluso si eso representa un riesgo para su privacidad. Frente estos riesgos, diversos especialistas emiten recomendaciones para permanecer seguros y continuar con el uso de las plataformas.
A pesar de la proliferación de nuevas aplicaciones, que responden a necesidades de comunicación, aprendizaje, y entretenimiento, la preocupación por la privacidad de los usuarios persiste y se incrementa, ya que las plataformas más populares durante la pandemia, como TikTok, Zoom, y FaceApp, dependen del uso de la información personal otorgada por los usuarios al aceptar permisos, términos y condiciones requeridos para su uso e instalación.
Si bien estas aplicaciones operan gratuitamente, y ofrecen una manea rápida de comunicación y creación de contenidos que pueden ser vistos en todo el mundo, uno de sus requisitos fundamentales para ser utilizadas consiste en otorgar acceso a toda clase de información personal, desde listas de contactos, hasta periféricos como la cámara y micrófono. Ante este hecho, especialistas en seguridad cibernética se mantienen escépticos sobre el uso de dicha información y los riesgos de privacidad.
De acuerdo con investigaciones y reportajes en seguridad digital, entre los que resaltan importantes brechas de seguridad presentadas por Zoom, donde terceros podían tener acceso a conversaciones privadas e información sensible, reportada por The Verge, y la inseguridad de FaceApp, en tanto las fotografías pueden permanecer en su nube hasta 48 horas, las recomendaciones para reducir los riesgos de privacidad se basan en restringir los permisos y privilegios que estas aplicaciones solicitan al ser instaladas, tales como desactivar la ubicación, y evitar proporcionar información personal, como nombres de familiares y domicilio.
Sin embargo, restringir permisos y privilegios no siempre es una garantía para respetar la privacidad ni el uso de los datos personales por terceros. En el caso de Google, la compañía enfrenta una demanda de 4 mil millones de dólares (mmd) luego de recolectar información a través del explorador Google Chrome en modo incógnito, y mandar información del usuario incluso con la casilla de mandar información desactivada, según indicó Forbes. La información recolectada por el explorador cumplía el propósito de generar un perfil de usuario para ofrecer publicidad en múltiples aplicaciones dentro del móvil, como Facebook y Amazon, pero incumplía con las normas establecidas en sus términos y condiciones.
Por otro lado, las aplicaciones de seguridad también enfrentan problemas respecto a su privacidad. Según el reportaje de los desarrolladores de Parachute, aplicación de seguridad personal para móviles que ayuda a los usuarios a mandar su ubicación y datos sensibles a una lista de contactos de confianza durante una emergencia, las aplicaciones de seguridad más populares para iOS y Android ponen en riesgo a los consumidores en la medida en que filtran datos personales a terceros y violan su privacidad con el pretexto de mejorar la experiencia de lo productos y servicios ofrecidos como publicidad mientras se usan las aplicaciones.
Asimismo, pese a que esta violación a la privacidad se presenta, en primer lugar, como publicidad y ads en distintas aplicaciones, la filtración de datos personales, que pueden ser vendidos a terceros por las aplicaciones de seguridad, corren el riesgo de terminar en sitios fraudulentos y no monitoreados. Por lo tanto, además de restringir los permisos de las aplicaciones, la medida de evitar proporcionar información sensible se mantiene como la más efectiva para mitigar los riesgos de privacidad presentes en las aplicaciones.
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