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Con motivo de sus futuras misiones a la Luna y Marte, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) de Estados Unidos emitió dos directrices interinas con el propósito de actualizar los requisitos de la agencia para las misiones humanas y robóticas a la Luna, así como para la exploración con personas en Marte. El próximo lanzamiento de la NASA a Marte será el del rover Perseverance, a bordo de un cohete Atlas V, a ocurrir entre el 30 de julio y el 15 de agosto de 2020.
Ambas directrices, dadas a conocer en un webinar llamado "Diálogos lunares", pretenden modernizar las guías de la NASA, bastante antiguas, ante la posibilidad de que impidiesen la exploración humana del espacio a largo plazo. La Oficina de Protección Planetaria de la agencia, que respalda la exploración responsable del sistema solar, estará encargada de garantizar el cumplimiento de la normativa.
La primera de las directrices aborda el control de contaminación biológica terrestre de todas las misiones de la NASA a la Luna. Anteriormente, los lineamientos de la NASA colocaban las misiones a la Luna en categoría dos, lo que requería documentar todo el material biológico a bordo, aunque no establecía estándares de limpieza para ellos. Esto por la preocupación ante la posibilidad de contaminar el hielo de los polos de la Luna con la nave espacial.
A partir de la nueva directriz, la Luna pasará a categoría uno, lo cual no impondría requerimientos especiales para las misiones, a excepción de las regiones polares que continuarán en categoría dos. Bajo esta categoría también permanecerán "zonas históricas", como la zona de aterrizaje del Apolo 11, con la finalidad de preservar el material biológico depositado con el desembarco de las misiones Apolo.
En cuanto a la segunda directiva, esta da respaldo a las futuras misiones humanas a Marte, puesto que políticas anteriores "habrían prohibido constructivamente la exploración humana de Marte", declaró la NASA en un comunicado. En cambio, la nueva normativa contempla la exploración del planeta rojo con la ayuda del conocimiento adquirido de la Estación Espacial Internacional (EEI), de los aterrizajes lunares y la investigación robótica de la superficie marciana, con el fin de evitar la contaminación biológica perjudicial en ambos sentidos.
Marte 2020 es el nombre de la misión que llevará al rover Perseverance a dicho planeta a finales de julio y forma parte de un programa mayor para enviar al hombre de regreso a la Luna, como preparativo de las misiones humanas a Marte.
Estas nuevas directrices emitidas por la NASA respecto a sus misiones en la Luna y Marte permitirán este tipo de exploración interplanetaria mientras protegen, tanto como es posible, de contaminación biológica dañina zonas que podrían ser de interés para la ciencia en un futuro.
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