
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
En el sur de Nigeria, los habitantes de Mbiabet Esieyere y Mbiabet Udouba dependían de lámparas de queroseno y generadores diésel al caer la noche. Sin acceso a la red eléctrica nacional, la propuesta de instalar una minirred solar en la zona en 2021 generó escepticismo. "Nunca imaginamos que algo así pudiera existir", dijo Solomon Andrew Obot, un residente de unos 30 años.
La empresa Prado Power desarrolló una instalación de paneles solares y baterías la cual comenzó a operar en 2022, proporcionando electricidad a 180 hogares a un costo menor que el de los generadores. Los residentes celebraron la llegada de la energía con una grata sorpresa. "Me quedé atónito", expresó Obot sobre la experiencia de encender luces y cargar teléfonos sin necesidad de combustible.
El país africano se quedó rezagado respecto a otras naciones en la transición a energías renovables. A pesar de contar con abundante radiación solar, la energía solar representa solo el 3% de la electricidad generada en África. En Nigeria, casi la mitad de los 230 millones de habitantes carecen de acceso confiable a la electricidad. Sin embargo, la caída de los costos de los sistemas solares y su adaptabilidad convirtieron esta fuente de energía en una alternativa viable para millones de personas.
Retos y oportunidades de Nigeria para la expansión de la energía solar
Nigeria apuesta por pequeñas instalaciones de minirredes solares, con capacidad de hasta 10 megavatios, suficiente para abastecer a más de 1,700 hogares estadounidenses. Hasta el momento, se instalaron cerca de 120 minirredes que suministran electricidad a aproximadamente 50,000 hogares y benefician a 250,000 personas. "Nigeria es un ejemplo paradigmático del desarrollo de minirredes en África", explicó Rolake Akinkugbe-Filani, director general de EnergyInc Advisors.
Por medio del acceso a electricidad confiable, la economía local comenzó a experimentar un gran impulso. Por ejemplo, en negocios como barberías y talleres se redujeron los costos operativos y aumentaron su clientela. Christian Aniefiok Asuquo, dueño de una barbería, antes gastaba 2,000 nairas (1.20 dólares) al día en combustible para su generador, pero ahora paga esa cantidad en electricidad al mes.
La energía solar también transformó la producción agrícola. Un centro de procesamiento, equipado con maquinaria y un congelador comunitario, permitió a los residentes procesar cultivos de manera más eficiente. Sarah Eyakndue Monday, agricultora de 24 años, redujo de cuatro horas a menos de una el tiempo necesario para convertir yuca en garri, un alimento básico local. "Es muy fácil", comentó, agregando que sus ingresos semanales aumentaron casi cinco veces.
El mayor desafío de las minirredes es el costo inicial de instalación. Si bien la electricidad generada es más asequible que la de los generadores diésel, sigue siendo más cara que la de la red nacional, subsidiada en algunos países africanos. Para superar este obstáculo, algunas iniciativas combinan la energía solar con maquinaria industrial para aumentar los ingresos de los usuarios y permitirles costear el servicio.
Un modelo para la electrificación en África
Desde 2018, Nigeria recibió más de 900 millones de dólares en inversiones en energía solar y recientemente anunció otros 750 millones de dólares para ampliar el acceso a la electricidad en zonas rurales. Sin embargo, las necesidades de financiación siguen siendo elevadas. "Si comparamos lo que se necesita con lo que está disponible, se observa que aún existe una brecha significativa", comentó Chibuikem Agbaegbu, del Instituto de Investigación de Políticas de África.
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