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La tecnología, además de transformar el quehacer en la investigación clínica, ha dado un rol más activo al paciente. Por ello, en la Semana de la Innovación 2023 de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) expertos compartieron la forma en que la tecnología contribuye a una mayor eficiencia y agilidad en los procesos de investigación clínica.
Cecilia D’Antuono, directora asociada de investigación clínica para Sudamérica de Bristol Myers Squibb, comentó en el conversatorio al cual NotiPress tuvo acceso, que la pandemia catapultó nuevas prácticas en investigación clínica. Centros en unidades móviles permitieron realizar visitas a domicilio para la administración de medicación y toma de muestras, con lo que se logró evitar el traslado de los pacientes a centros lejanos.
Si bien, estas prácticas iniciaron con la pandemia, han continuado como prácticas descentralizadas y han ganado importancia en los ensayos clínicos. De esta manera, se ayuda a los pacientes que viven lejos, carecen de recursos para viajar o no pueden hacerlo por sus condiciones de salud.
Abraham Israel Villarreal, coordinador de ensayos clínicos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), comentó que se han impulsado proyectos para digitalizar procesos en el área de Ensayos Clínicos. El objetivo es evitar que el usuario asista personalmente, con lo cual se agilizan los tiempos de sometimiento y evaluación, para dar respuestas más oportunas.
Respecto al fortalecimiento de la organización que se necesita para dar entrada a las nuevas tecnologías, el funcionario expuso que en COFEPRIS se creó una unidad modelo para reestructurar el área de ensayos clínicos. Lo anterior hizo necesario un incremento de personal, con el cual se propició una mejor organización y distribución de trabajo, lo que ha permitido reducir los tiempos de evaluación.
Sin embargo, las nuevas tecnologías también plantean un reto para las autoridades regulatorias, que es tener la certeza de que la información se maneja con confidencialidad.
Regulatoriamente, tenemos el reto de asegurar la protección adecuada a la información sensible", expuso Israel Villarreal.
D'Antuono señaló que la tecnología muestra el dato clínico obtenido en la vida diaria del paciente en tiempo real. De esa manera, se cuantifica la gravedad de la enfermedad y se evalúa el estado funcional del paciente.
Para continuar creciendo en estudios clínicos, explicó la especialista, es importante ser predecibles en los tiempos de respuesta. En Argentina, al implementar la plataforma informática, los tiempos de evaluación se redujeron de 174 días en 2014 a 74 en los años sucesivos.
Fernando Fon, director de asuntos médicos y regulatorios de la AMIIF, señaló que la incorporación de información del paciente en tiempo real permitirá una toma de decisiones más acertada, así como la documentación de la seguridad, calidad y eficacia de los fármacos estudiados, en beneficio de los pacientes.
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