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Las proteínas diseñadas con inteligencia artificial (IA) demostraron ser capaces de bloquear los efectos letales de las toxinas presentes en el veneno de cobras, víboras y otras serpientes altamente peligrosas. Según un estudio publicado el 15 de enero en Nature, este avance representa un hito en el tratamiento de las mordeduras de serpiente, que actualmente causan más de 100,000 muertes anuales en todo el mundo.
El equipo de investigación liderado por David Baker, biofísico computacional de la Universidad de Washington en Seattle, desarrolló un programa llamado RFdiffusion en 2022. Inicialmente enfocado en diseñar proteínas para combatir enfermedades como el cáncer, el software demostró su eficacia para crear "miniaglutinantes" que neutralizan toxinas específicas del veneno de serpiente. Según Susana Vázquez Torres, bioquímica del equipo, este enfoque tiene el potencial de abordar enfermedades tropicales desatendidas, incluida la mordedura de serpiente. "Lo cual es una locura", señaló Vázquez Torres, al describir cómo lograron identificar proteínas altamente efectivas tras analizar solo unas pocas docenas de diseños.
Actualmente, los antivenenos se basan en anticuerpos derivados de animales inmunizados con veneno, un método que no evolucionó significativamente en más de un siglo. Estos tratamientos requieren refrigeración, personal médico capacitado y centros de salud, lo que limita su disponibilidad en regiones afectadas. En contraste, los miniaglutinantes diseñados con IA son estables, económicos de producir y no dependen de infraestructura médica compleja.
Resultados prometedores en pruebas iniciales
En experimentos realizados con ratones, los miniaglutinantes demostraron ser altamente efectivos. Cuando se mezclaron previamente con toxinas venenosas, protegieron a los animales de dosis letales. Incluso cuando se administraron 15 minutos después de la exposición al veneno, todos los animales tratados sobrevivieron. "Este es probablemente el resultado experimental más genial que he tenido en mi carrera hasta ahora", afirmó Vázquez Torres.
Además, los miniaglutinantes neutralizaron diferentes tipos de toxinas presentes en el veneno, incluidas aquellas que afectan neurotransmisores y causan daño tisular severo. Sin embargo, los investigadores reconocen que un tratamiento completamente efectivo necesitaría bloquear también otras clases de toxinas, como las fosfolipasas. Por ello, el equipo planea desarrollar un cóctel de miniaglutinantes adaptado a las especies de serpientes presentes en diferentes regiones.
Si bien el avance es significativo, todavía pasará tiempo antes de que estas proteínas diseñadas lleguen a la práctica clínica. Según el estudio, una de las principales barreras es la falta de inversión para abordar enfermedades tropicales desatendidas, como las mordeduras de serpiente. "El camino a seguir para cualquier cosa que tenga que ver con enfermedades infecciosas o enfermedades del mundo en desarrollo como las mordeduras de serpiente es simplemente más difícil", expresó Baker.
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