Foto: Ravi Palwe en Unsplash
Mario Kart se ha convertido en uno de los títulos más famosos de la compañía Nintendo desde su lanzamiento en 1992 cuando salió al mercado para la consola Super Nintendo. Ahora, muchos entusiastas ponen al título de carreras creado por Shigeru Miyamoto como la clave para reducir la pobreza y mejorar la sostenibilidad a nivel mundial.
Andrew Reid Bell, un investigador de la Universidad de Boston, explica por qué el juego podría ser mucho más que un juego de carreras. En su artículo publicado en Nature Sustainability señala, "Mario Kart puede servir como una guía útil para crear programas sociales y económicos más equitativos y favorables para los agricultores de bajos ingresos".
Según Andrew Reid Bell, las políticas brindan asistencia directa a los agricultores de los países en desarrollo. Ello podría reducir la pobreza en general al tiempo que aumentan las prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Este principio Reid Bell lo denominó "Bandas elásticas", es decir siempre existe la posibilidad de que el jugador rezagado salga adelante.
En este sentido, a lo largo de las entregas de la serie de Mario Kart se implementa un sistema que brinda objetos más ventajosos a los jugadores en últimos lugares, posibilitando que puedan remontar más fácil. Inversamente, a aquellos en los primeros lugares, el juego les asigna objetos más básicos y defensivos. Mecánicas como estas contribuyen a mantenimiento de esta serie en un nivel de accesibilidad y aceptación muy amplios entre el público.
Por ejemplo, establecer un programa donde una empresa adopte prácticas agrícolas para ayudar a invertir en la erosión, de ese modo, se puede construir una presa para proporcionar electricidad. Con un modelo económico así, todas las partes del proyecto pueden resultar beneficiadas, sin la necesidad de perjudicar a nadie durante el proceso.
El modelo de negocio basado en la elasticidad del mercado económico, es uno de los mayores obstáculos para los lugares de desarrollo, pues el punto clave está enfocado en averiguar la forma de priorizar a las personas más necesitadas. "Es muy complejo saber quién está en la parte de atrás, pero es exactamente lo que estamos buscando", señaló Bell.
Las oportunidades de crecimiento, para los países en desarrollo están basadas en los acuerdos comerciales, geopolíticos e incluso económicos de las grandes potencias. Sin embargo, crear un nuevo modelo económico para empujar a los países que se encuentran rezagados puede significar un beneficio total para todos. Ayudar a invertir en la agricultura, energías verdes, o industrias sostenibles, puede generar medios de vida más prósperos y generar más oportunidades económicas.
Aunque el concepto de bandas elásticas puede ser más complejo en el mundo real, este concepto puede extender los recursos financieros a las familias y comunidades donde más se necesite. Esas oportunidades, pueden resultar un factor positivo para las empresas y al mismo tiempo, para el medio ambiente. Sin embargo, aún existe el desafío de encontrar empresas privadas dispuestas a cambiar sus prácticas financieras y modelos de negocio.
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