Ciudad de México,
Patricia Manero
Crédito foto: Pexels
Un grupo de terraplanistas, liderado por el pastor Will Duffy de Denver, Colorado, emprendió un viaje a la Antártida para comprobar personalmente la forma de la Tierra. Este evento, denominado "el experimento final", buscaba confrontar las creencias conspirativas sobre el terraplanismo con la evidencia científica, particularmente el fenómeno del sol de medianoche.
Según un artículo de Wired, la expedición se realizó durante el solsticio de verano, cuando en el Polo Sur el Sol permanece visible durante 24 horas consecutivas, un fenómeno imposible de explicar según el modelo de la Tierra plana. Participaron tanto defensores del terraplanismo como divulgadores científicos, aunque el número de terraplanistas que aceptaron el desafío fue reducido.
La Antártida es clave en las teorías terraplanistas, quienes la consideran un "muro de hielo" que rodea un disco terrestre, en lugar de un continente en el hemisferio sur. Además, sostienen que fenómenos como el sol de medianoche no existen y son parte de una conspiración global. Sin embargo, los asistentes pudieron presenciar este evento astronómico, resultado de la inclinación del eje terrestre y la forma esférica del planeta.
Jeran Campanella, un creador de contenido conocido por sus teorías conspirativas, reconoció que la experiencia cuestionó algunos aspectos de su hipótesis: "Está bien, chicos, a veces te equivocas en la vida". A pesar de ello, la mayoría de los terraplanistas no modificaron sus creencias sobre la forma de la Tierra.