Ciudad de México,
Ricardo Cocoletzi
Crédito foto: Pixabay
Durante el 2018 Rusia destacó por ser el anfitrión de la Copa Mundial de fútbol de la FIFA, una competición aclamada dentro y fuera de la cancha donde el equipo anfitrión llegó a cuartos de final. Desgraciadamente, cuatro años después, la comunidad deportiva rusa está sufriendo las consecuencias ante el conflicto bélico en Ucrania. Tanto jugadores, equipos y federaciones se han manifestado en contra de este, aplicando en algunos casos sanciones severas.
En presencia de los eventos militares, los clubes de fútbol europeos ahora están cortando lazos con empresas rusas y organizaciones deportivas están moviendo eventos deportivos previamente fijados en Rusia. Las consecuencias de esta ocupación a en el deporte ruso se verán reflejadas tal y como anunciaron Polonia, República Checa y Suecia negarse a jugar contra Rusia en las eliminatorias de Qatar 2022.
Por otro lado, el organismo rector del fútbol mundial, la FIFA, y el regulador europeo, la UEFA, anunciaron una fuerte sanción tanto para el seleccionado ruso, como a los equipos de esta nación. Mientras que la FIFA anunció que se cancelarán todas las competiciones internacionales en Rusia, la UEFA suspendió a los equipos rusos de sus competencias.
Aeroflot, una de las aerolíneas de Rusia, fue vetada por Reino Unido y se le prohibió entrar a su espacio aéreo. Además el club de futbol Manchester United anunció el fin de relaciones con la aerolínea. De igual forma, el equipo alemán Schalke 04 cortó relaciones con la gasera Gazprom, igual eliminaron el nombre de la compañía de sus camisetas.
Mientras tanto la UEFA decidió cambiar el partido final de la Liga de Campeones en mayo de 2022 del Gazprom Arena de San Petersburgo a París. En el mundo de la Fórmula Uno, el comité organizador decidió suspender el Gran Premio a Rusia, además una de las escuderías Haas retiró todo lo relacionado a la compañía rusa Uralkali de sus coches. Asimismo el Comité Olímpico Internacional (COI) ha tomado medidas contra la federación rusa donde se ha establecido que no podrán competir bajo la bandera rusa y el himno no podrá sonar en ceremonias de premiación.
Simon Chadwick profesor de deporte euroasiático, comentó "si la UEFA se toma realmente en serio su posición sobre Rusia, deberíamos esperar que rescindan el acuerdo con Gazprom en las próximas semanas". De continuar con el movimiento de desistir del patrocinio, le costaría a la UEFA 45 millones de dólares al año romper sus relaciones con Gazprom.
De manera general, las actividades de Rusia sobre Ucrania han mermado la presencia del deporte ruso a nivel internacional, es claro que el problema pasará factura a los atletas rusos, quienes solo quieren ver su bandera en alto. Mientras tanto, estos esperarán para ver qué sucederá en las próximas semanas mientras los equipos deportivos, organizaciones y jugadores europeos deciden la respuesta ante el movimiento bélico ruso.