Ciudad de México,
Fernanda Toscana
Crédito foto: Mufid Majnun en Unsplash
Generalmente las recomendaciones para evitar y controlar la hipertensión van desde una alimentación saludable, integrando grupos alimenticios con mayores nutrientes, implementación de actividades físicas y evitar la ingesta de tabaco y alcohol. Sin embargo, existen diversas formas poco comunes de abordar y tratar este problema de salud, de acuerdo con una variedad de investigaciones que van desde la práctica de la meditación, el uso medicinal del cannabis, el método del ayuno intermitente y el manejo del estrés.
La hipertensión es uno de los trastornos más padecidos a nivel mundial ya afecta aproximadamente al 26.4% de la población mundial adulta. Del mismo modo se ubica como el principal factor de riesgo crónico de mortalidad y especialistas prevén, su prevalencia aumente y afecte a mil 500 millones de personas en el 2025.
Actualmente en México, bajo el contexto del Covid-19, se incrementaron los fallecimientos de personas con obesidad, diabetes e hipertensión, quienes resultaron más vulnerables al virus por una deficiente salud. Asimismo, la cifra de personas con hipertensión en la nación es de 15 millones de mexicanos; expertos adjudican a una mala alimentación como la responsable.
Bajo este antecedente, en los últimos años se han desarrollado múltiples maneras de lidiar con esta afección, como por ejemplo: personas hipertensas han controlado esta condición realizando el ayuno intermitente. Esto se debe a que dicha práctica reduce significativamente la presión arterial, remodelando la microbiota intestinal, la cual tiene funciones metabólicas. Incluso, hay quienes consideran que el uso del cannabis de forma medicinal podría implementarse para reducir la presión sanguínea en adultos mayores con hipertensión.
Asimismo, se le considera a la meditación y yoga una de las aliadas para manejar la hipertensión al reducir la presión arterial, la American Heart Association declaró que estas actividades alternativas tienen eficacia en conjunto con un tratamiento clínicamente apropiado. Sin embargo aún se sigue investigando en función de su nivel de evidencia y posibles beneficios auxiliares para la salud y practicidad.
Cabe destacar, especialistas señalan, la realización de actividades físicas para la presión arterial alta, suelen ser más efectivas como método preventivo, que al ya desarrollar y padecer esta afección. Por lo tanto, adultos menores de 30 años, quienes realizan ejercicio alrededor de 5 horas diarias por semana tiene menor probabilidades de padecer dicha enfermedad durante la mediana edad. Esto se debe al descubrimiento donde; las tasas de hipertensión reflejan los niveles de actividad durante décadas y a medida que los participantes eran menos activos y envejecían, su presión aumentaba. Asimismo, dicha investigación postula: "el rendimiento físico esta relacionado con la etnia y el género", basado en resultados, los cuales arrojan hombres afroamericanos tienden a ser más activos.
El manejo del estrés también es factor fundamental para controlar la hipertensión, ya que cuando se está crónicamente estresado, el nivel de la frecuencia cardíaca aumenta y los vasos se constriñen. Por lo tanto, la ausencia de estrés tiene por consecuencia la reducción de la presión arterial y estabilización del sistema nervioso.