Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
Crédito foto: Omar López vía Unsplash
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis, revelaron que factores como pobreza o delincuencia, pueden afectar la estructura y función del cerebro de los bebés. El estudio, publicado en JAMA Network Open, informó que esta situación se puede presentar incluso cuando las madres siguen embarazadas y el cerebro de los bebés aún está en desarrollo.
Para encontrar los resultados, los científicos realizaron resonancias magnéticas a 399 bebés a pocos días de su nacimiento; una parte de ellos provenía de familias afectadas por la delincuencia o pobreza. Según los hallazgos, los recién nacidos cuyo seno familiar sufre desventajas sociales, tuvieron volúmenes más pequeños en todo el cerebro.
Además, las resonancias magnéticas también mostraron evidencia de un menor plegamiento del cerebro, rasgo clave significa inmadurez cerebral. Otros resultados mostraron conexiones más débiles entre las estructuras cerebrales cuya función es procesar las emociones y ayudar a regularlas.
En contraste, los bebés de familias con ingresos más altos y sin desventajas sociales, tuvieron un crecimiento normal del cerebro. Según los investigadores, una de las razones por la cual el desarrollo cerebral de los recién nacidos no es completamente sano es debido al estrés materno.
"Nuestro estudio demostró ampliamente que la experiencia de una madre durante su embarazo puede tener un gran impacto en el desarrollo cerebral de su bebé", explicó Christopher Smyser, coautor principal del estudio. Aunado a ello, la pediatra posdoctoral, Regina Triplett, argumentó que la desventaja social afectó al cerebro en muchas de sus estructuras, pero no hubo efectos significativos con el estrés psicosocial.
Sin embargo, la preocupación estuvo enfocada en la medida en que los bebés comienzan a vivir con estructuras cerebrales más pequeñas. "Sus cerebros pueden no desarrollarse de una forma saludable en comparación a otros bebés cuyas madres viven en hogares con mayores ingresos", puntualizó.
Ambos especialistas coinciden en que reducir la pobreza y las tasas de criminalidad son objetivos bien establecidos en las políticas públicas y de salud pública. Igualmente, para ellos es importante proteger a las mujeres embarazadas víctimas del crimen y ayudarlas a salir de la pobreza a fin de mejorar el desarrollo de sus bebés.
Hasta ahora, los científicos de la Universidad de Washington están trabajando en entender cómo las regiones del cerebro se desarrollan y forman redes funcionales tempranas. Esto sería un aspecto que puede tener un impacto en el desarrollo y comportamiento de los bebés en etapas posteriores.