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Según datos de la encuesta Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016 (ENSANUT), respecto a la autopercepción del peso no saludable, prácticamente la mitad de la población en México (48.4%) se identificó con sobrepeso y una minoría (6.7%) con obesidad. A pesar de que el 40% de los encuestados afirmó que la obesidad es de carácter hereditario, casi su totalidad la asoció al consumo de bebidas azucaradas en exceso, vida sedentaria y no hacer ningún deporte. Resultados preliminares del informe en su edición 2018, indican un 73% de adultos mayores de 20 años presentan sobrepeso u obesidad. Cabe destacar, en 2018 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) participa por primera vez en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.
Actualmente existen diversidad de métodos para perder peso, y diferentes presupuestos, desde los que implican un cambio radical en los hábitos alimenticios hasta los famosos tratamientos reductivos, pero la pregunta es cuánto cuesta uno y otro; y qué es lo mejor para cada cuerpo.
Sin duda y como lo aseguran expertos nutriólogos lo que resultará más saludable para el cuerpo es hacer un cambio en el consumo de alimentos, combinado con un poco de ejercicio, pero ¿cuál es el impacto económico de eso?. Según datos de varios influencers veganos y vegetarianos comenzar a consumir comida saludable y orgánica al principio puede resultar más costoso que continuar comiendo una torta de tamal o unas papas y un refresco en el lunch, sin embargo, a largo plazo consumir frutas, verduras y alimentos bajos en sodio y carbohidratos resultará en una buena inversión para el cuerpo y la cartera.
Después de haber adquirido algunos alimentos y condimentos necesarios para continuar con un estilo de vida saludable, en promedio el costo mensual de alimentarse sanamente es de 6 mil pesos, pero, si consideramos que el 76.3% de la población no sabe cuántas calorías debería consumir al día, tal vez en la inversión se deba considerar la visita un un nutriólogo, cuyo costo estará entre 700 y 1 mil 500 pesos en promedio. El especialista asesorará en cuánto a las porciones y consumo calórico diario.
Pero si dentro de los planes no está el cambiar hábitos alimenticios y la decisión es seguir disfrutando de los placeres de la comida y decides inscribirte a un gimnasio, los costos van desde mensualidades de 600 hasta 3 mil 700 pesos con inscripciones a partir de los mil pesos y hasta los seis mil pesos por persona. Si el estilo de vida no permite estar seis meses en una rutina de al menos 45 minutos diarios de ejercicio para perder esos kilos de manera más rápida, existen los tratamientos reductivos o cirugías de mínima invasión que te permitirán en cuestión de semanas o días quitarte esos kilos demás.
Los costos para este tipo de tratamiento son alrededor de 600 pesos por sesión en tratamientos reductivos como radio frecuencia o vendas frías. Es posible encontrar paquetes que incluyan varias sesiones de un mismo tratamiento, las cuales oscilarán entre los 3 mil 500 y 4 mil 500 pesos, pero si el interés es un programa para reducir medidas más rápido y eficazmente, los costos por sesión son desde 2 mil hasta 6 mil en las clínicas más exclusivas de México. Y si la preferencia es realizar una lipoescultura, se necesitará contar con al menos 50 mil pesos.
Al final, las cuentas dicen, llevar una alimentación saludable costará al año alrededor de 72 mil pesos. Pagar el gimnasio considerando una cuota promedio implica una inversión anual de 30 mil pesos. Someterse a un tratamiento reductivo de 8 a 10 sesiones significará un costo promedio de 24 mil pesos. Todo dependerá del costo-beneficio requerido por el cuerpo y cuánto esté disponible en la cartera para invertir en reducción de peso.
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