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Mientras transcurren períodos de crisis como la pandemia por Covid-19, familiares y amigos cercanos se encargan del cuidado diario de sus allegados. Los cuidadores deben implementar hábitos y estrategias para mantener su propia salud y bienestar para evitar transmisión de infecciones y evitar agotamiento. Como parte del Día mundial del cuidador, expertos invitan a reconocer la labor que llevan a cabo y atender las necesidades que a veces pasan desapercibidas.
De acuerdo al Instituto mexicano del seguro social (IMSS) los cuidadores son quienes se encargan de apoyar en la realización de actividades a quienes les cuesta trabajo o no tienen la capacidad. Puede tratarse de adultos mayores, pacientes con alguna enfermedad o trastorno psicológico y cualquier tipo de incapacidad. En gran parte de los casos se enfrentan a labores de cuidado sin previa capacitación, generando un riesgo para la salud del cuidador. Según un comunicado consultado por NotiPress, una persona, en promedio, dedica hasta 16 horas al día para atender a otra persona sin recibir un ingreso por su labor. En la mayoría de los casos, el rol es desempeñado por un familiar directo, amigo o allegado. "Atender, acompañar y motivar a un paciente requiere mucho esfuerzo, tanto que en ocasiones puede llegar a ser desgastante. Es importante asistir a quienes dedican sus días a velar por otros, para prevenir que lleguen al síndrome de sobrecarga o burn out. Esto altera el estado de ánimo y trae problemas de salud, tanto física como mental", explica Santos Rafael Atilano, médico psiquiatra de Janssen Sistema Nervioso Central, farmacéutica de Johnson & Johnson.
Cuando una persona adquiere el rol de cuidador, asume una carga física, psíquica y emocional que le hace responsabilizarse de la vida del individuo vulnerable, mientras que pierde progresivamente su individualidad. Por ello, el IMSS comparte una serie de recomendaciones para la atención del cuidador, pues en tiempos de pandemia se pueden exacerbar sentimientos de incertidumbre y ansiedad:
- Es indispensable que el cuidador se atienda para mejorar su salud física y emocional, así como aumentar su capacidad de tolerancia para enfrentar situaciones precarias durante el confinamiento.
- Distribuir tareas a partir de una rutina de labores de higiene personal, limpieza del hogar, preparación e ingesta de alimentos, descansos y realización de actividades lúdicas.
- Establecer periodos de descanso, al menos tres veces al día, por lo que se necesita colaborar con quienes se comparte el distanciamiento social.
- Acordar el cuidado del individuo entre diferentes integrantes del hogar, con el fin de descansar uno o dos días a la semana.
- Durante los descansos practicar actividades de interés como lectura, ver una película, revisar redes sociales, hablar con allegados o amistades.
- En caso de sentirse triste, con depresión, irritable o padecer insomnio o ganas de llorar sin motivo aparente, solicitar ayuda profesional.
- Alimentarse saludablemente, privilegiar el consumo de frutas y verduras frescas de temporada sobre alimentos procesados y consumir de seis a ocho vasos diarios de agua simple.
Bajo este contexto, el doctor Atilano señala que el cuidador también necesita ser atendido porque puede llegar a abrumarse y puede, a la larga, sufrir problemas económicos, sociales, familiares e incluso mentales. El Día mundial del cuidador sirve para reconocer su labor, pues son individuos empáticos que se preocupan por los demás y viven para cuidar y ayudar a quienes lo necesitan.
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