Ciudad de México,
Axel Olivares
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Cada 17 de octubre se conmemora el Día Mundial del Dolor, una fecha que busca sensibilizar a la sociedad sobre los distintos tipos de dolor crónico que afectan a millones de personas. Entre ellos, el dolor neuropático se destaca por ser uno de los más incapacitantes, ya que surge a partir de daños en el sistema nervioso, afectando gravemente la calidad de vida de quienes lo padecen.
El dolor neuropático puede originarse por diversas causas, como lesiones físicas, enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2 o tratamientos médicos agresivos, como la quimioterapia. La Dra. Prachi Patel, especialista en medicina del dolor en el Hospital Houston Methodist, explicó a NotiPress que este tipo de dolor "ocurre cuando el daño a los nervios provoca un mal funcionamiento del sistema nervioso", y se caracteriza por sensaciones de ardor, hormigueo, o incluso una sensación de "alfileres y agujas". Estas molestias pueden aparecer sin motivo aparente o ser desencadenadas por estímulos mínimos, como el roce de una sábana.
Para manejar el dolor neuropático se debe tratar la causa subyacente, siempre que sea posible. En el caso de pacientes con diabetes, por ejemplo, la Dra. Patel señala que "mejorar el control de la glucosa en sangre puede ayudar a prevenir un mayor daño nervioso". Sin embargo, cuando las causas del dolor no pueden corregirse, como ocurre con el daño nervioso por quimioterapia o amputaciones, se deben adoptar medidas de estilo de vida para controlar los síntomas.
Entre los tratamientos recomendados se incluyen el uso de analgésicos de venta libre, cremas tópicas con lidocaína, técnicas de relajación, fisioterapia y la incorporación de hábitos saludables como una dieta equilibrada y ejercicio regular. En casos más graves, se pueden utilizar medicamentos de prescripción como gabapentina o antidepresivos tricíclicos para modular el dolor.
Cuando los tratamientos convencionales no logran aliviar el dolor, la cirugía puede ser una opción. La estimulación de la médula espinal o de nervios específicos mediante dispositivos implantables es una alternativa en casos extremos, después de que otras terapias han fallado. Estos dispositivos emiten señales eléctricas que interfieren con las señales de dolor, proporcionando alivio a largo plazo.