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Uno de los mayores retos respecto a la Covid-19, tras surgir el nuevo virus en la provincia china de Wuhan, es la velocidad con la que cambia la información disponible y la falta de certezas debido a su reciente descubrimiento y a las investigaciones aún en proceso. Al día de hoy, existen temas en torno a los cuales aún hay disenso o desconocimiento entre la comunidad científica. Estos son algunos de ellos:
¿Por qué hay diferencia en la respuesta de los pacientes con Covid-19?: Grupos de científicos aún buscan en los genes la razón de la manifestaciones tan diversas de la enfermedad, con pacientes asintomáticos y otros graves y hasta fatales, aun en gente aparentemente sana hasta antes de la Covid-19.
Análisis del genoma de pacientes en España e Italia aportaron los primeros indicios, relacionando casos de falla respiratoria con la presencia de una variante genética en la región del genoma determinante del grupo sanguíneo, o bien con otra variante en la zona donde se ubica el gen codificador de una proteína que interactúa con el receptor utilizado por el virus para ingresar a las células humanas, junto a otros dos genes, codificadores de moléculas vinculadas a la respuesta inmune contra los patógenos.
No obstante, el papel de estas variantes en el desarrollo de la manifestación grave de Covid-19 es más bien modesta y otro grupo de científicos en la Universidad Rockefeller, en Nueva York, buscan mutaciones con una relación más fuerte con la gravedad de la enfermedad. Los científicos esperan encontrar un vínculo sólido entre genética y la susceptibilidad a la Covid-19, de la misma forma que se ha atribuido a mutaciones en genes individuales la susceptibilidad extrema a otros patógenos, como la tuberculosis y el virus Epstein-Barr.
Transmisión de la Covid-19 a través de aerosoles: Después de negar en un principio la transmisión del SARS-CoV-2 a través del aire, y tras la advertencia de esta posibilidad en un estudio publicado en la revista Clinical Infectious Diseases de la Universidad de Oxford, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha incluido a los aerosoles en el documento donde enlista las formas de transmisión del virus.
Sin embargo, señalan: "se desconoce la proporción de núcleos de gotitas exhaladas o de gotitas respiratorias que se evaporan para generar aerosoles, y la dosis infecciosa de SARS-CoV-2 viable requerida para causar infección en otra persona".
Duración de la inmunidad a la Covid-19: Actualmente la comunidad científica investiga la duración de la inmunidad a la Covid-19, concentrando sus estudios en los anticuerpos neutralizantes, que previenen una nueva infección. A la fecha, estudios han encontrado, los niveles de anticuerpos neutralizantes permanecen altos durante semanas posteriores a una infección de SARS-CoV-2, aunque comienzan a menguar después.
Algunos científicos sugieren que, de manera similar al síndrome respiratorio agudo severo (SARS) de 2002, manifestaciones severas de la Covid-19, con grandes cargas virales, podrían causar posteriormente una mayor cantidad de anticuerpos con una mayor duración. Al día de hoy, aún se llevan a cabo estudios de otros anticuerpos y células inmunes (como las células T) para determinar la duración de la inmunidad esterilizante –protección ante una nueva infección– y la inmunidad protectora –que previene o disminuye los síntomas de la enfermedad– posterior a la Covid-19.
Cuál es el origen del virus: La mayoría de los científicos concuerdan en que probablemente el SARS-CoV-2 se originó en murciélagos de herradura (especies del género Rhinolophus). En estos animales se encontraron, en el sureste de China, dos coronavirus, RATG13 y RmYN02, con 96% y 93% de similitud, respectivamente entre sus genomas y el del SARS-CoV-2. No obstante, el descubrimiento de estos virus en China no descarta la posibilidad de un origen en los murciélagos de herradura de países vecinos, como Laos, Vietnam o Birmania.
A pesar de la similitud del SARS-CoV-2 con estos coronavirus, el porcentaje de diferencia significa varias décadas de evolución y sugieren la existencia de una especie transmisora intermediaria antes de que el virus llegase a los humanos. Aunque también se han encontrado coronavirus similares en pangolines contrabandeados en el sureste de China, no hay suficiente evidencia para afirmar, esta es la especie intermediaria.
Para afirmar esto, habría que encontrar un coronavirus con 99% de similitud genética. Como el virus ya ha sido transmitido de personas a animales como perros o gatos, esto se ha convertido en una tarea complicada para los científicos.
Medio año después del inicio de la pandemia de coronavirus, aún hay mucho que se discute o se desconoce acerca del virus. Mientras tanto, científicos y expertos de la salud alrededor del mundo trabajan para dar certeza a estas preguntas, con el fin de proveer con más y mejores herramientas para una respuesta adecuada a la crisis sanitaria de la Covid-19.
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