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Dormir es una función biológica esencial que incide directamente sobre la salud y el bienestar general. En un reporte difundido por NotiPress, la marca mexicana Luuna destacó cómo existen diferencias en los patrones de sueño entre hombres y mujeres, vinculadas al funcionamiento hormonal y al ritmo circadiano.
Asimismo, de acuerdo con la sleep coach Giulianna Boffa, ambos géneros experimentan los mismos ciclos de sueño, sin embargo, su duración, profundidad y calidad del sueño presentan variaciones significativas. Las mujeres, por ejemplo, tienden a tener un ciclo circadiano más corto. Esta condición las lleva a sentirse cansadas más temprano en la noche y despertarse antes por la mañana. Además, suelen enfrentar mayor predisposición al insomnio debido a los cambios hormonales relacionados con el ciclo menstrual, el embarazo y la menopausia.
Luuna puntualizó que, debido a estas particularidades, el cuerpo femenino requiere entre 20 y 30 minutos adicionales de descanso cada noche. La interrupción de este periodo puede provocar alteraciones en funciones fisiológicas esenciales, incluidas las relacionadas con la memoria, el estado de ánimo y la regulación del estrés. También, señaló cómo estas diferencias no solo responden al entorno, sino también a factores endocrinos los cuales modulan la calidad del descanso.
Por su parte, los hombres tienden a alcanzar más rápido el sueño profundo, una etapa crucial para la recuperación física y la producción de testosterona. Esta fase permite la regeneración de tejidos, así como el fortalecimiento del sistema inmunológico. Además, muestran una menor propensión a despertarse por estímulos externos, como el ruido o los movimientos, lo cual contribuye a un descanso más continuo.
El informe también menciona que los hombres, debido a la forma en que su sistema hormonal opera durante la noche, logran una recuperación muscular más eficiente. Esto se debe en parte a la estabilidad de sus niveles hormonales durante el sueño profundo. El vínculo entre descanso y producción hormonal se mantiene sólido en ambas poblaciones, pero las respuestas fisiológicas a los estímulos del entorno son distintas.
Un factor adicional que influye en estas diferencias es la sensibilidad a las alteraciones del entorno. Mientras que los hombres pueden mantener un descanso estable en condiciones menos óptimas, las mujeres tienden a despertarse con mayor frecuencia ante cambios de temperatura, ruidos u otros factores ambientales.
Igualmente, Luuna desarrolló tecnologías para mejorar la calidad del descanso sin distinción de género. Entre ellas destaca el sistema Cooling Tech, diseñado para regular la temperatura corporal durante la noche, aspecto esencial para favorecer la producción de melatonina. Además, sus colchones incorporan materiales con cero transferencia de movimiento, con el propósito de evitar interrupciones cuando se comparte la cama.
Comprender las diferencias en el sueño entre hombres y mujeres permite adaptar mejor las soluciones de descanso a sus necesidades fisiológicas. Este enfoque destaca el sueño como una experiencia influenciada por factores biológicos que requiere atención personalizada.
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