Ciudad de México,
Ricardo Cocoletzi
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Entre los diversos métodos para la pérdida de peso, el ayuno intermitente ha incrementado su popularidad, debido a los resultados que la población obtiene de este. Como menciona New Medical Economics, algunos de los efectos positivos del ayuno intermitente son: la disminución de factores de riesgo de enfermedades cardiacas, mayor sensibilidad a la insulina, mejor control de la glucosa en sangre.
No obstante, los efectos secundarios de esta práctica se hacen notar desde la adopción del hábito, donde la persona experimenta complicaciones tanto a corto como a largo plazo. Según el medio especializado en medicina, a corto plazo, algunos efectos que se presentan son baja de energía, cansancio y los dolores de cabeza; mientras que a largo plazo, pueden aparecer cambios de humor, desnutrición y problemas digestivos.
De acuerdo con la Escuela de Medicina de Harvard, los efectos que más experimentan las personas que siguen como dieta el ayuno intermitente son dolores de cabeza, irritabilidad y letargo. Pese a esto, la eliminación de estos síntomas radica en una correcta adaptación del mismo ayuno a las necesidades de la persona.
Otro efecto a considerar es el exceso de hambre en las personas, esto se debe a que las hormonas del hambre y el centro de este impulso en el cerebro son estimulados ante la privación de alimento. Los largos periodos de ayuno generan dolores estomacales y la sensación de hambre en exceso, si bien estos pueden desaparecer a medida que se adapta el cuerpo, también es el punto donde muchas personas abandonan el método, menciona el artículo de la Escuela de Medicina de Harvard.
En este sentido, quienes dan continuidad al método de ayuno intermitente pueden llegar a experimentar desnutrición, si este método no es llevado de la mano por un profesional, según Health Line. Esto se debe a una pobre ingesta de nutrientes, ya que el periodo de alimentación no cubre las necesidades nutrimentales, el acompañamiento de un profesional en nutrición mitigaría el problema.
Dicho problema se aborda en una publicación realizada en colaboración con la Universidad del Bronx, Nueva York y la Universidad de Utah, Salt Lake City, en donde ambas escuelas estudiaron estos efectos. Si bien el objetivo de dicho estudio fue la evaluación del ayuno intermitente frente a la Diabetes tipo 1 y 2, los efectos pueden ser trasladados a una población físicamente activa y sin problemas de salud.
Así, la Universidad Estatal de Columbus en conjunto con el Centro de Investigación Biomédica de Pennington desarrollaron una investigación donde midieron los efectos del ayuno intermitente. En esta investigación los niveles de estrés oxidativo, la sensibilidad a la insulina y la presión arterial mejoraron considerablemente, sin embargo, se recalca la necesidad de una investigación más profunda.
Referente a lo anterior, es importante investigar más sobre el alcance de los mecanismos de funcionamiento de este método, debido a la falta de evidencia que se tiene hasta el momento. De igual forma, es importante investigar los horarios de comidas y el tiempo de duración del ayuno, pues la profundidad de estas investigaciones brindará nuevas perspectivas sobre la adaptación y correcta aplicación del ayuno intermitente.