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Un estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología identificó un vínculo directo entre experiencias traumáticas durante la infancia y el miedo a acudir al dentista en la adolescencia. Los resultados mostraron que violencia, abuso, acoso escolar o divorcio parental incrementan significativamente las probabilidades de desarrollar ansiedad dental.
La investigación analizó datos de más de 5 mil 800 adolescentes de entre 13 y 17 años. Los registros provienen del Estudio de Salud de Trøndelag (HUNT), considerado uno de los más amplios en ese país, con bases de información clínica, cuestionarios y muestras de población recopiladas desde 1984. En el rango estudiado, entre 8 y 20 por ciento de los jóvenes cumple criterios para un diagnóstico formal de miedo al dentista.
Según los hallazgos, mientras mayores fueron las experiencias dolorosas en la niñez, mayor resultó el riesgo de ansiedad en la silla dental. El efecto mostró mayor intensidad en mujeres. Al respecto, Lena Myran, psicóloga del Centro de Competencia Tannhelse Midt (TkMidt), afirmó: "Tengo pacientes que no han ido al dentista durante 40 años". En su experiencia clínica, acostarse boca arriba en un entorno odontológico representa una situación de vulnerabilidad difícil de manejar para quienes arrastran inseguridad desde la infancia.
El acoso escolar aparece como un factor clave en la construcción del miedo. Silencios durante la atención odontológica pueden recordar momentos de rechazo o ridiculización, generando incomodidad extrema. Myran explicó: "Sabemos que el miedo al dentista es más común entre las niñas y que más niñas que niños sufrieron abuso sexual. También hay más niñas que desarrollan ansiedad y depresión en la adolescencia, pero el hecho de que encontráramos una diferencia tan clara en nuestro material fue sorprendente".
Igualmente, el trabajo publicado tiene carácter transversal, por lo que no establece causa y efecto. No obstante, confirma una asociación clara entre violencia infantil y evitación del dentista. Además, identificó que los adolescentes sometidos a múltiples tratamientos odontológicos durante la niñez presentan mayor vulnerabilidad frente a esta fobia.
Desde 2015, el TkMidt puso en marcha el programa "Niños Seguros en el Tratamiento Dental (TBiT)", dirigido a menores con ansiedad dental severa. La iniciativa, actualmente en expansión nacional, incluye capacitación para odontólogos y personal auxiliar sobre el manejo de pacientes temerosos. Myran señaló: "Es importante hablar con tu dentista o higienista dental sobre cómo te sientes. Simplemente decirle que tienes miedo puede ser de gran ayuda".
Los investigadores subrayaron que no todos los jóvenes expuestos a experiencias dolorosas desarrollan este tipo de ansiedad, aunque sí observaron mayor prevalencia en mujeres. En la práctica clínica, adultos con fobia dental severa también pueden solicitar apoyo en los Centros de Experiencia en el Servicio de Salud Dental de Noruega, donde psicólogos y odontólogos trabajan en conjunto.
Finalmente, el estudio concluyó que el miedo al dentista entre adolescentes no solo se relaciona con experiencias dolorosas durante la atención odontológica, sino también con violencia en la infancia. Estos hallazgos aportan nueva evidencia sobre la interacción entre salud mental y salud bucal, con implicaciones relevantes para la práctica odontológica y las políticas públicas en Noruega.
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