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El lunes 16 de octubre de 2023 quedará grabado en la memoria de Lourdes Arias como el punto de partida hacia una nueva vida. Con 26 semanas de embarazo, se enfrentó a un desafío que no solo ponía en juego su propia vida, sino también la de su bebé. Fue en ese momento que un equipo médico multidisciplinario del Hospital Houston Methodist se convirtió en su tabla de salvación.
Lourdes, de 35 años y experimentando su primer embarazo, vivió un episodio que cambió el curso de su historia. Después de un alegre baby shower en Monterrey, al regresar a casa, se desvaneció en el aeropuerto. Este evento desencadenó una serie de acontecimientos que la llevaron al Hospital Zambrano Hellion del TEC de Monterrey, donde se inició su odisea por la supervivencia.
Por este lado, los estudios médicos revelaron un problema en una de las válvulas de su corazón. Esta es una situación delicada que requería atención inmediata debido a su estado gestacional. Con precisión médica y una evaluación exhaustiva, se decidió trasladarla al Hospital Houston Methodist. Ahí se le ofrecía la mejor oportunidad de éxito en un reemplazo de válvula aórtica mientras aún estaba embarazada.
La doctora Valeria Duarte, líder del equipo médico, fue fundamental en brindar a Lourdes la esperanza que tanto necesitaba en aquel momento crítico. Explicó, el corazón, una bomba muscular vital, requería una válvula aórtica funcional para garantizar un adecuado flujo sanguíneo. En el caso de Lourdes, la estenosis aórtica, una condición donde la válvula no se abre correctamente, amenazaba su vida y la de su bebé.
El reemplazo de la válvula aórtica mediante catéter, una técnica avanzada que minimiza los riesgos para la madre y el feto, se convirtió en la opción preferida. El equipo médico, liderado por los doctores Sachin Goel, Neal Kleiman, Marvin Atkins y Michael Reardon, realizó el procedimiento con éxito el 16 de octubre. Nueve semanas más tarde, Lourdes dio a luz a un niño sano, culminando así su extraordinaria travesía hacia la maternidad.
Ahora, con su vida retomando su curso habitual, Lourdes y su nueva familia extendida regresan a México. Aunque deberá someterse a revisiones periódicas en el Hospital Houston Methodist, su historia es un testimonio de esperanza, determinación y el poder de la colaboración médica.
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