Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Axel Olivares (NotiPress)
Durante una entrevista en el programa "Buenos Días RD", el cardiólogo Samuel Ramos analizó cómo el etiquetado frontal representa un desafío para la industria alimentaria en República Dominicana y la región. Según explicó, los fabricantes podrían verse obligados a reformular sus productos para cumplir con los límites establecidos por organismos internacionales de salud.
Ramos detalló que el etiquetado frontal "es un octágono negro con letras blancas, bien definido, el cual te informa si ese producto sobrepasa los niveles permitidos por la Organización Mundial de la Salud". Aclaró que el rotulado no busca ofrecer cifras nutricionales, sino advertir sobre ingredientes críticos como azúcar, sal, grasas, edulcorantes artificiales y cafeína.
"El etiquetado tiene objetivos muy claros, primero informar, es un derecho a informar", expresó Ramos, quien enfatizó que esta normativa puede tener consecuencias comerciales para las empresas. Si un producto contiene múltiples advertencias, los consumidores podrían optar por otras alternativas con menos señales de alerta. A raíz de ese contexto, el cardiólogo explicó que "la industria lo que hace es reformular su producto y ya entonces tiene el derecho a anunciarse de esa manera".
En República Dominicana, el proyecto legislativo sobre etiquetado frontal permitió varias veces desde 2019. Mientras tanto, el Ministerio de Salud Pública trabaja en una resolución administrativa. "Si la industria de alimentos no emite opiniones relativas a esa resolución antes del 30 de abril, entonces ya el Ministerio de Salud está obligado a promulgar esa resolución", afirmó Ramos.
Una vez promulgada la normativa, la industria tendrá 180 días para cumplir con los cambios. "No para comenzar a hacer los cambios sino que cualquier producto que salga a partir de sea retirado del mercado si no cumple con esos requisitos", señaló el especialista.
El impacto de esta medida no se limita a República Dominicana. Ramos recordó que "México quizás es el país que está levantando mayor evidencia ahora mismo en América Latina". Allí, la reforma se impulsó primero por decreto presidencial y luego mediante una ley, como respuesta al alto gasto estatal en enfermedades como la diabetes y la obesidad.
Chile también implementó la normativa, tras una década de trabajo. En Colombia, los productos importados ya incluyen advertencias en sus envases, evidenciando un cambio regional. "Eso que tú ves en los supermercados que tienen los sellos, no son sellos dominicanos, son sellos que vienen de esos países", explicó Ramos.
Este cambio normativo, según Samuel Ramos, motiva a los fabricantes a anticipar regulaciones. "Si tú vas a hacer un pedido de empaques ahora, ya no lo mandes a hacer con la etiqueta vieja", advirtió.