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Una estrategia educativa que permite a los niños ser conscientes de sí mismos, responsables, así como comprometidos con su aprendizaje para toda la vida es el juego. Por medio del juego en el aula y en la metodología de enseñanza los estudiantes podrán tener un impacto positivo en su desarrollo humano, familiar y en su comunidad. Asimismo, los estudiantes podrán desarrollar cinco habilidades por medio del juego, las cuales difícilmente lo conseguirán por medio de otra estrategia.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el juego es una de las formas más importantes por las cuales los niños pequeños obtienen conocimientos, así como competencias esenciales. En ese sentido, la directora de Maple Bear Latinoamérica, Natalia Tieso, comentó a NotiPress que es necesario para los educadores jerarquizar las dimensiones emocional, social, física e incluso espiritual. Al hacerlo los alumnos lograran un bienestar equilibrado tanto en el aula como fuero.
Al aplicar la estrategia del juego los niños podrán utilizar conceptos aritméticos y desarrollar diversas habilidades. Tales como motoras finas y el lenguaje social al hacer, por ejemplo una pizza de plastilina y compartirla con sus amigos. Asimismo, Tieso explicó que al construir con bloques Lego, los niños estarán coordinando mano-ojo, aprendiendo patrones, secuenciación e incluso resolución de problemas mientras exploran su lado creativo.
La directora también explicó que el aprendizaje social y emocional es considerado una parte integral de la educación al ser un proceso por el cual los estudiantes pueden desarrollar habilidades necesarias. La primera es la conciencia de uno mismo, y se logra al adquirir y aplicar conocimientos, asó como habilidades y actitudes con el fin de desarrollar identidades saludables. La segunda habilidad, de acuerdo con Tieso, es la autogestión, esto quiere decir que los niños aprenden a gestionar emociones y alcanzar metas personales y colectivas. Como tercera habilidad alcanzada por los niños por medio del juego es la conciencia social, es decir, sentir y mostrar empatía. También desarrollan habilidades relacionales, la cual es establecer y mantener relaciones de apoyo. Finalmente, los alumnos serán capaces de tomar decisiones responsables y solidarias.
Asimismo, la directora para Latinoamérica de la red de colegios bilingües destacó los beneficios de los centros de aprendizaje que emplean la metodología canadiense, porque ponen al juego como el centro. De ese modo, los alumnos son los protagonistas de su aprendizaje lo cual les permite tener un desarrollo académico y de habilidades sociales en grupos reducidos. Las actividades permiten experimentar, interactuar y reflexionar. Así como comunicar, esta organizando esta formada de ejes transversales, es decir contextos reales, combinados con pensamiento matemático, exploración y el uso del lenguaje de manera auténtica.
Para esto, Tieso ejemplificó con el tema de las abejas, con el cual se puede trabajar la motricidad fina al rasgar papel negro y pegarlo en pequeñas tiras en algún dibujo de abejas. Por su parte, las habilidades lingüísticas de escucha y reflexión podrán trabajase en ciencias al leer un libro sobre las características principales de las abejas. Incluso se podrían trabajar las matemáticas, al clasificar los insectos de plástico, los dos tipos de abejas y contando cuántas abejas tienen de cada tipo. Finalmente, los alumnos podrían disfrazarse de abejas y jugar roles diferentes.
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