Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: Salud Nutrición Bienestar
La berberina es un suplemento cuyo prospecto se ha escrito en redes sociales. Desde "ayuda a disminuir la grasa del vientre" hasta "reduce la depresión", este producto, que ha pasado a llamarse el "Ozempic natural", se convirtió en un fenómeno de ventas en 2023. Su carácter natural la convirtió en una estrella de los aficionados occidentales del bienestar. Sin embargo, su popularidad encubre el hecho de que la berberina tiene el potencial de ser un medicamento.
En redes sociales, sobre todo en TikTok, la berberina tomó relevancia entre los usuarios en contraposición a la tendencia del Ozempic, un medicamento para la diabetes tipo 2 popularizado como una alternativa para adelgazar. La berberina es un ingrediente de la medicina tradicional china y ayurvédica que se encuentra en diversas plantas, por lo cual ha sido considerada como un añadido benigno a su dieta. Su libre disponibilidad ha llegado a invadir los algoritmos de quienes quieren bajar de peso, reducir su azúcar en la sangre, mejorar la ovulación o reducir el colesterol, pero varios expertos consideran que la moda de consumirla informalmente es preocupante.
"La berberina es un antibiótico natural, por lo que interfiere en el crecimiento de distintas bacterias en el intestino", explica Cassandra Quave, doctora e investigadora científica que estudia las plantas medicinales. Además, agrega, "no es algo que se deba tomar a largo plazo, porque cambias la dinámica de tu microbiota intestinal". La berberina altera también las enzimas del organismo que descomponen otros medicamentos, por lo que podría provocar reacciones peligrosas.
Su regulación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) se ha visto inhibida por ser un suplemento de origen vegetal. La agencia solo puede evaluar el impacto de un medicamento de este tipo cuando se encuentra en el mercado y existan pruebas de su carácter perjudicial. Por ende, las compañías que comercializan este componente no se ven obligadas a indicar cuáles son los efectos secundarios que pueden provocar.
No obstante, pese a su perfil de suplemento dietético, la berberina es también un medicamento. "No hay diferencia entre un medicamento farmacéutico y el tipo de compuestos como la berberina que se venden en suplementos. Son exactamente lo mismo", apunta Pieter Cohen, profesor asociado de medicina de la Facultad de Medicina de Harvard y quien estudia los suplementos. Su popularidad recae en el carácter de "natural" aunque, al analizar los medicamentos, casi todos tienen origen en algún compuesto natural, la única diferencia dentro de esta falsa dicotomía es que unos fueron sometidos a evaluaciones farmacológicas y otros no.
De hecho, el éxito de la berberina puede ser una prueba más de la ola antifarmacéutica que se vive actualmente. La medicina alternativa ha existido durante mucho tiempo, pero ahora se encuentra en su mejor época producto de la desconfianza del público a la salud pública y el auge de las teorías conspirativas. La entrada de la berberina no fue casual, personalidades como Robert F. Kennedy Jr., político conocido por su postura a favor de las pseudociencias, y Joseph Mercola, un osteópata cuyos sitios web de salud alternativa promueve teorías conspirativas antivacunas, han recomendado este producto como una alternativa a la medicina convencional.
Y el medio para que todo esto se materialice ha sido TikTok, y su cultura de influencers que han tomado el lugar de vendedores ambulantes. De esta forma, los suplementos "alternativos" como la berberina han tomado así un enorme estatus entre las personas que buscan una solución mágica a sus problemas, pero además, su popularidad refleja un peligroso escepticismo social hacia las instituciones encargadas de la salud pública.