Ciudad de México,
Patricia Manero
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Un nuevo tipo de competencia silenciosa se está gestando en el sistema hospitalario mexicano. Mientras los servicios públicos enfrentan limitaciones presupuestales y estructurales, instituciones privadas como el Hospital Moscati, en Querétaro, están estableciendo alianzas internacionales que buscan transformar los estándares de atención médica en el país.
Desde diciembre de 2025, el Hospital Moscati colabora con el Hospital Houston Methodist para implementar un modelo de calidad centrado en el paciente, con formación médica, protocolos internacionales y un sistema de evaluación continua. En entrevista exclusiva con NotiPress, Cathy Easter, presidenta y directora general de Houston Methodist Global Health Care Services, destacó que estas iniciativas tienen un impacto que va más allá del hospital individual: "El Hospital Moscati está marcando el camino para seguir elevando no solo la experiencia del paciente, sino también las expectativas en torno a la atención de alta calidad y la seguridad del paciente".
De acuerdo con Easter, la participación del sector privado en este tipo de colaboraciones eleva la vara para todos los actores del sistema:
Moscati puede seguir elevando las expectativas dentro del sector privado, de modo que otros hospitales privados también se sumen al esfuerzo por aumentar su capacidad en el cuidado del paciente, la seguridad y la experiencia", aseguró para la agencia de noticias.Este fenómeno ocurre en un contexto de expansión del sector privado. Según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), los servicios de salud privados han crecido más de 30% en los últimos cinco años, impulsados por la demanda de atención más segura, eficiente y de mayor calidad. Sin embargo, el crecimiento no ha sido homogéneo, y las brechas entre regiones permanecen.
El Hospital Moscati ha sido señalado como caso ejemplar por su decisión de apostar por estándares de clase mundial, tales como los establecidos por la Joint Commission International (JCI). Enrique Borbolla, director general de la institución, explicó que este proceso requiere comprometer a todos los niveles del personal: "Estamos buscando que todos los colaboradores entiendan muy bien, porque este es un trabajo en equipo".
Además del enfoque técnico y organizacional, la alianza también representa un cambio en el liderazgo del sector salud. Según Easter, "Cuando los hospitales compiten en calidad, los pacientes ganan". Esta competencia por calidad puede actuar como un motor de cambio, forzando a otras instituciones —públicas o privadas— a revisar sus propios procesos, indicadores y modelos de atención.
El reto ahora es extender esta lógica a más regiones e instituciones, y no permitir que se quede como una excepción en hospitales con capacidad financiera. Easter también subrayó que estas alianzas no son unidireccionales: "No es una colaboración unidireccional [...] habrá aprendizajes mutuos.", lo que sugiere una apertura para adaptar los modelos internacionales al contexto local mexicano.
En una realidad hospitalaria marcada por contrastes, el crecimiento del sector privado y su participación en alianzas internacionales podría convertirse en uno de los ejes principales para transformar la atención médica en México. La clave estará en que esa competencia por la calidad se traduzca en beneficios tangibles para todos los pacientes, sin importar dónde reciban atención.