Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
Crédito foto: Mart Production vía Pexels
Un estudio publicado en el Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (JAACAP) por Elsevier informó que el tratamiento de adicciones en jóvenes también combatió la depresión. Aquellos menores con problemas de adicción transformaron su conducta y tuvieron más probabilidades de experimentar una mejoría temprana de la depresión.
De acuerdo con John Curry, coautor del estudio, la combinación del consumo del alcohol o cannabis y la depresión es un problema importante en adolescentes jóvenes adultos. "Ello hace a las personas con ambas afecciones tiendan a tener episodios más largos de depresión, más problemas relacionados con sustancias y el más importante, un mayor riesgo de comportamiento suicida", subrayó.
Además, el también profesor en el departamento de psiquiatría en la Universidad de Duke, Carolina del Norte, determinó que no existe un enfoque estándar para tratarlos. Sin embargo, existe una posibilidad de tener mejores resultados cuando se trata en conjunto las adicciones y la depresión, pues hacerlo por separado la efectividad del tratamiento se reduce.
Para probar esta teoría, los investigadores encabezados por Curry probaron un enfoque adaptativo en los tratamientos para el uso de sustancias. Si todavía estaban deprimidos después de un mes, recibirían tratamiento adicional para la depresión, ya sea con el mismo terapeuta o uno diferente. También, los científicos querían descubrir cuántos jóvenes tendrían una respuesta temprana a la depresión durante el tratamiento contra las adicciones y qué factores lo predijeron. El estudio se realizó a 95 jóvenes de edades entre 14 y 21 años con problemas de alcoholismo o cannabis y síntomas depresivos. Todos los participantes complementaron medidas de diagnósticos psiquiátricos y recibieron terapia cognitivo-conductual (TTC) para el uso de sustancias durante 14 semanas.
Según los resultados, 50% de los participantes tuvieron una respuesta temprana a la depresión en la semana cuatro del tratamiento. El 37% de los jóvenes demostraron signos de respuesta temprana a la depresión y tuvieron una menor necesidad de consumir cannabis. Cabe señalar, ninguna otra variable, incluyendo las características demográficas, la gravedad de la depresión u otros diagnósticos psiquiátricos fueron predictores.
Otro aspecto importante es que para todos los participantes, la frecuencia de consumo de alcohol y cannabis disminuyó durante todo el curso del tratamiento. Quienes no obtuvieron una respuesta temprana a la depresión, mejoraron cuando se les incluyo en tratamientos de tipo TTC adicionales o comunitarios.
Este estudio de tratamiento enfatiza la importancia de reconocer la heterogeneidad de los jóvenes con el uso de sustancias y trastornos concurrentes como la depresión. Por tanto, los investigadores se han centrado en seguir buscando más hallazgos con el fin de entender la relación entre las adicciones y la depresión durante un tratamiento.
Dada la complejidad del análisis, actualmente los especialistas se encuentran trabajando en recopilar más datos después de los primeros resultados. Ahora, su intención es replicar el estudio en una muestra mayor de jóvenes con el fin de ampliar la información de la investigación y buscar mejores soluciones a la adicción de sustancias y depresión.