Hallan en la Patagonia restos de un depredador de siete metros

 26-09-2025
Martín Olivera
   
Portada | Argentina
Foto: Unsplash

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Un equipo de científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) confirmó el descubrimiento de una nueva especie de dinosaurio carnívoro en la provincia de Chubut. El hallazgo, publicado en la revista internacional Nature Communications, corresponde a Joaquinraptor casali, un ejemplar de la familia de los megarraptóridos que se ubicaban entre los principales depredadores del ecosistema durante el Cretácico Superior.

Los restos fueron localizados en la Formación Lago Colhué Huapi, en el centro-sur de Chubut, un área cercana a las actuales ciudades de Comodoro Rivadavia y Sarmiento. Los huesos fueron identificados por primera vez en 2019 y tras varias campañas paleontológicas se recuperó un esqueleto parcialmente articulado, considerado uno de los más completos de este grupo.

El trabajo estuvo liderado por Lucio Ibiricu, investigador del Instituto Patagónico de Geología y Paleontología (CONICET). Según los resultados, el dinosaurio habría superado los siete metros de largo, con un peso cercano a una tonelada y una edad mínima de 19 años al momento de su muerte. "Seguramente este dinosaurio carnívoro era uno de los predadores tope del ecosistema presente en la formación y representa uno de los miembros del grupo más jóvenes ya que habría muerto relativamente cerca a la extinción de los dinosaurios, que sucedió aproximadamente 66 millones de años atrás", señaló Ibiricu.

Dicho estudio ubica a Joaquinraptor casali como el registro geológicamente más reciente de los Megaraptoridae, lo cual refuerza la hipótesis de que este grupo de carnívoros sobrevivió hasta poco antes de la extinción masiva que marcó el final de la era Mesozoica.

Entre los restos recuperados se encontró un húmero de crocodiliforme alojado en las mandíbulas del dinosaurio. "Entre los aspectos más llamativos se destaca que el único hueso recuperado en la excavación y que no pertenece a Joaquinraptor, es un húmero de un crocodiliforme. El húmero se encontró entre las mandíbulas del dinosaurio lo cual nos da un indicio de las posibles fuentes de alimento de Joaquinraptor en particular y los megarraptóridos en general", detalló Ibiricu.

La nueva especie fue nombrada en homenaje a Joaquín, hijo del primer autor del estudio, y a Gabriel Casal, director del Laboratorio de Paleontología de Vertebrados Dr. Rubén Martínez.

El análisis de la anatomía del ejemplar permitió mejorar el conocimiento sobre la osteología y las relaciones filogenéticas de los megarraptóridos. "El hecho de haber encontrado un brazo articulado como en este caso es muy importante porque agrega mucha información a la osteología de este grupo para poder compararlo con otros miembros. Al grupo ya lo conocíamos, aunque alguno de los nuevos materiales recuperados, por ejemplo el maxilar, ahora se pueden comparar por primera vez con otros miembros del grupo. Por lo tanto, este hallazgo es importante porque agrega mucha información para conocer la osteología y, en algún punto también, la historia evolutiva de los Megarraptóridos", afirmó Ibiricu.




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